GOLONDRINA [24]
Mi padre amaba ésta
melodía; cerca de la cocina se oxidaba
junto a un sillón rojo, "su trono real", y al fin, extendió sus alas
con tal silencio, que ni un búho pudo copiar.
Es verdad, no dejó
estela blanca en su avión propulsión a chorro, de sus tantas bromas, pero quedó
en mis venas su sangre y su pasión por vivir.
Cada día lo recuerdo,
parecía un buey manso y todas sus flores, como nos llamaba, estuvimos ahí,
adornando su jardín que regaba y regaba, con su inmenso amor de padre.
Cada vez que veo a su
espejo tan ausente como él, recuerdo que se miraba como nunca antes, ¿ese soy yo?, ¿en ésto me convertí?...
Se veía, y mi
congoja aumentaba; un comején se hizo cargo de mi gran amor, pero se creció
como las montañas del Chicamocha tomada de su mano, río pacífico cruzó mis
dedos y se formó un mar en mis ojos.
Padre mío, jamás un
hombre como tú, brazos morenos color a tierra, ojos negros coquetos, que para
enamorar nacieron, y manos que araron tristezas y penas, pero también sembraron
alegrías y esperanzas en nuestros corazones.
Partió, ¿dije alguna
vez esa palabra que tanto usan los poetas?, como una lontananza que se siembra,
para que florezcan lirios y violetas, en éste jardín ausente de amor;
pero al recordar el suyo, es como si un ramo inmenso se descolgara del cielo y
bendijera mi vida, ¿para qué más?...
Entonces de su ahínco
y valentía para vivir, tomo: ¡tranquila mija!, no todos los días serán grises,
ahora saldrás a tu ventana sin rejas, y al cerrar los ojos ya eres libre, pero
si los abres de nuevo, sabrás que estoy en ésta inmensidad que te piensa, y se
congela entre las nieves del tiempo, esperando por mi rosal.
En su vuelo como
pájaro libre, ni una estela blanca me dejó en el cielo...
Pero ahora llueve a
cántaros vivos, un incendio de amores, que transita por entre las sonrojadas
nubes.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla, julio
25/15
Me quedé sin palabras para expresar lo que siento: Así que sencillamente te diré que eres muy grande y vales muchos, y que por supuesto tienes un corazón que no te cabe en el pecho. Mis mejores deseos para ti, Mi gran amiga, escritora y poetisa. Besos de los que aselen del corazón, más que de la boca.
ResponderEliminarRafael mi querido amigo andaluz, siempre tus mensajes llenan ese vacío grande que a veces tenemos, con inmenso cariño recibo tus palabras pues sé que eres una persona franca y sencilla y en ti no hay falsedad, te quiero y aprecio mucho, gracias siempre por ese ánimo constante y maravilloso a la sencillez de mis letras.
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