DOÑA
FILIGRANA [72]
Ésta
vieja es muy sensible,
por
eso se aparta del mundo.
Son
pequeñas cosas,
pero
entre copa y copa,
siempre
te recuerdo, cariño.
Corría
y corría detrás de cosas vanas,
y
en éste correr conocí a Filigrana.
Nos
unió el cariño, ¡no es mentira!,
hasta
puedo decir que es mi hermana.
Pero
olvidó del potrero la grama
y
del ayer las sonrisas con ganas.
Cierto
día quise ver en papel mi poesía,
¿Será
que ésta niña bonita me las imprimiría?
De
chécheres muchos, también yo los tenía,
a
veces invertimos en cosas que encarecen la vida
y
al fin y al cabo, muchas fotocopias mil pesos valdrían.
¡Compré
una que saca miles de copias a centavo!
¡Qué
bueno!, /ahora sí podré ver mis poemas
será
como pequeñas flores bordadas en filigrana,
y
en esto me atreví a preguntar:
¿Será
que si le pago, puedo mis poemas copiar?
Una
espada salió de su boca:
¡¿Eche
y por qué?! ¡Cómprese una!
¡Ésta
es para mis hijos que son de mejor cuna!
¿Qué
diré?, ¡que ésta espina me saqué!
Pero
todavía me duele tanta ingratitud,
escribo
de gratis a un mundo cruel
que
recibe flores y devuelve espadas
sin
volver atrás la mirada.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 7/15
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