domingo, 12 de julio de 2015

DOÑA FILIGRANA [72]

DOÑA FILIGRANA [72]

Ésta vieja es muy sensible,
por eso se aparta del mundo.
Son pequeñas cosas,
pero entre copa y copa,
siempre te recuerdo, cariño.

Corría y corría detrás de cosas vanas,
y en éste correr conocí a Filigrana.

Nos unió el cariño, ¡no es mentira!,
hasta puedo decir que es mi hermana.

Pero olvidó del potrero la grama
y del ayer las sonrisas con ganas.

Cierto día quise ver en papel mi poesía,
¿Será que ésta niña bonita me las imprimiría?

De chécheres muchos, también yo los tenía,
a veces invertimos en cosas que encarecen la vida
y al fin y al cabo, muchas fotocopias mil pesos valdrían.

¡Compré una que saca miles de copias a centavo!
¡Qué bueno!, /ahora sí podré ver mis poemas
será como pequeñas flores bordadas en filigrana,
y en esto me atreví a preguntar:

¿Será que si le pago, puedo mis poemas copiar?

Una espada salió de su boca:
¡¿Eche y por qué?! ¡Cómprese una!
¡Ésta es para mis hijos que son de mejor cuna!

¿Qué diré?, ¡que ésta espina me saqué!
Pero todavía me duele tanta ingratitud,
escribo de gratis a un mundo cruel
que recibe flores y devuelve espadas
sin volver atrás la mirada.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 7/15

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