TU
ÁRBOL [44]
Te
diré qué tiene tu árbol: un aroma, sus ramas bendicen al viajero, al ave que
pasa buscando un alivio, y su sombra es nuestro espejo, un leve reflejo de lo
que somos y seremos luego.
Pero
aquí hay una sonrisa que nadie ve, parece hablar y reír, con su hilera de
dientes pegados de tu pared.
Conoce
de hojas secas, de nieve que arropa de blancos, y luego transforma en corazones
derretidos entre sus manos, por un sol de siempre que enaltece con sus lágrimas,
ese poco de ausencia, entre fríos y brisas, que se quedan en los párpados y
queman las manos que no son abrigadas.
Es
primavera, y tu árbol parece una niña de 15 años, adornada de trajes de seda, con
un aroma que atrae a los colibríes que la besan con sus ojos al verla pasar.
He
visto la magia de sus días, pero tu árbol tiene sabiduría, su tronco se vuelve
fuerte, ¡sus ramas se crecen y crecen!, y enredo ahí mis brazos, para repetir
como un abejorro azul: ¡te quiero!, te quiero…
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
mayo 8/15
Publicado
por Raquel Rueda Bohórquez en 13:37
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