ESTE
DÍA [40]
Rugía
el mar como león herido,
brisa
que ansiaba estrellarnos en sus brazos
y
a la distancia la veía, paso a paso,
su
caminar lento, 
su
palidez de rosa blanca.
Otro
día se repite, 
un
ciclo tras otro de madres
un
ciclo tras otro de hijas 
que
mañana lo serán.
Pero
éste día 
como
aquél mustio ocaso,
éste
día que me dejó persiguiendo su andar
atrapando
sus ojos en los míos
y
pensando un poco 
en
lo sueño que es la vida,
en
lo pequeños que somos 
ante
éste gran universo,
en
lo grano de arena 
que
parecemos ante la brisa,
éste
día único e irrepetible,
jamás
regresará.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
mayo 10/15
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