
5000
[52]
Hoy
éste número adorna mi jardín,
¡Cosa
rara!, alguna vez perdida
hallé
una pared en blanco,
y
aquí, poco a poco,
he
dejado una huella.
Me
inquieta, quisiera un libro,
¿pero
será importante?
Siempre
leo que nadie compra poesía,
que
esto no sirve para nada,
y
en esto y otra carajada,
marco
mis pasos con pequeñas letras
que
espero no sean abandonadas.
Un
espíritu loco me habla,
todo
es sencillo, sin adornos.
Caen
pétalos de un roble,
hojas
ocres o doradas en mi camino,
y
permito que sea así, ¿para qué más?
Todo
es un paso tras otro,
buscando
mí destino.
Una
ponzoña que otra, un muro levantado,
pero
tiene alas un pájaro, a pesar de que las cortan
y
su paciencia es en verdad su gracia,
que
lo hará volar más lejos de sus manos.
Nada
detiene al viento, y mi pared es mi espejo;
danza
una flor de loto, se ahoga en la pestilencia,
y
otro día, otro mañana,
resucita
con más belleza.
¿Qué
hago?, escribo incoherencias
un
5000 es un número bonito.
Gracias
amigos por estar,
gracias
padres por ser los míos,
gracias
familia por llevar mis pecas,
gracias
Dios por un día más para escribir
y
gritar al viento mis aromas.
Gracias
sí, por éste número
que
bendice mi vida con más poesía.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
mayo 6/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario