¿Y
EL MAGDALENA? [44]
En
cambio yo
no
le huyo al amor aunque lastime,
ni
hablo de la muerte
a
pesar que entre todo lo incierto
sea
es lo más cierto.
Camino
como ternero recién nacido,
cada
día es un regalo, un premio inmerecido,
pecadores
somos, necios y atrevidos
que
gritamos las pasiones
y
nos pintamos vencedores
cuando
ni vencedor es el río.
Dicen
que llegarán los chinos
y
serán dueños del Magdalena.
¡Ay
dolor!, ¡cuanto me quemas!
Podrán
a navegar barcos inmensos,
se
llenará el mundo de penas
cuando
vean que aquí está lo bello
y
por unos pocos nos condenan.
Paso
como una garza pintada,
atrapo
un versito a lluvia
y
se queda en mi boca.
Un
mar profundo se ha inundado,
aguas
negras, niños payasitos bogando
y
se va la vida cantando
para
llenarse el campo de iniquidad.
En
tanto, los pocos siguen ebrios
inventando
cuentos y leyes
que
los vuelven reyes
brindando
con el olor de los muertos.
Raque
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
abril 7/15
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