QUERER O AMAR [61]
Fuerte abrazo, aquí los dos, un beso con cerrada de ojos y vértigo, acariciando éste
maravilloso día contigo.
Amar y querer, bueno no comprendo qué es lo que siento por
ti, ¿será que me acostumbré a decir mis cosas a una pared?, cada vez que te veo,
quiero llenarla de flores, y rogar porque seas un amor cierto, de la manera en que
el viento te trajo a mi ventana.
¿No es amar desear lo mejor?, para ti lo deseo, aunque nunca
te veré ni podré estar en tus brazos ni tú en los míos. ¿Me contarás qué es amor?,
o me dirás cómo es querer, porque de alguna de las dos quiero beber, pero
contigo, en el viento de éste ahora que nos estrella en un te quiero.
Cada vez que adivino lo que escribes en las nubes, sueño que
es para mí, sólo tú eres mi caballero amor, nadie más como tú, y te quiero,
aunque sea de ésta manera, debes saberlo, cada día elimino mis mensajes
estúpidos, pues sólo tú sabes escribir lo que mi corazón anhela, no quiero que nadie conozca lo íntimo de mí,
y esa parte es solo de los dos, sin embargo me impulsas a compartir, y esparzo
las cenizas de mis versos en el mar de mis ojos. Te quiero de ésta manera y no me importa.
Mi sueño
de anoche involucra a mi amor, pero también a una mujer traicionera, que como
mi amiga se pavoneaba, pero en éste loco meditar, de lo mío se adueñaba.
Recuerdo
que siempre quise atenderlo con algo, pero ella estaba ahí quitándome el turno,
queriéndose ganar su simpatía, pero lo que no sabía es que ya se lo había
ganado todo, ese amor que creí mío alguna vez, era el revuelto de lenguas de
cuánta mujer disfrazada de zorrillo pasó por mi vereda.
Despierto
con mucho dolor de cabeza, ¿será que es
mi torpeza quien no me deja
dormir?, miren que hasta en sueños hay un tormento, y al despertar el sol de nuevo
servido en cuchara de plata me besa y consiente de tal manera, que mi oración
mañanera orquestada por los perros, y anunciada por la lora, hacen de mi día
una novedad, y de mis sueños una quimera.
A veces
me pregunto si en realidad existo, nada gira a mi alrededor ni giro como el
mundo, ni soy la botella de coca cola en el desierto, ni la vaca que más leche
da, simplemente soy la mujer que te ama en silencio sin provocar escándalo en
los demás.
¿Alguien
comprenderá lo que es amar lo invisible?, que te levantes de mañana y
agradezcas por el primer suspiro del día que no lo puedes ver, pero que te
alienta los pulmones y te inspira a gritar: ¡¡ Te quierooooo!, ¿sin importar
si el mundo explota su inmundicia en nuestro rostro?
Si existe
el amor de alguna manera, déjame tocar
la misma brisa tuya y besarme en ella, para contemplar la idea de que
nos suspiramos en el mismo universo, y nos abrazamos en el mismo pulmón que
revienta a versos la pradera.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
febrero 14/15
©10-498-459
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