domingo, 15 de marzo de 2015

PARECE [45]

PARECE [45]

Parece el mar congelado en la montaña, arropándose a medias con el más índigo cielo, bordeado de ramas cansadas que añoran se aleje el invierno;  parecen leones dormidos que han devorado a su presa, pero que se alertan con el viento con presteza, y siendo para el sustento hasta el dolor causa risa, pero todo pasa aprisa, humareda de nieve pasando por aquí, humo de un cigarro, amanecer para cantar, vivir para llorar...

Y me creí grande, ¿quién tiene la grandeza de una flor?, ¿la magia de una semilla?, confesé a mi amiga del alma que las dos éramos grandes, porque parecíamos cañas dobladas en un pastizal, y se nos regaló la oportunidad de un día más.

¿Y de Esperanza?, ¿qué diré de su belleza?, tanto trabajó para otros, que se le miró con dulzura cuando agachó la cabeza y admitió,  con esa tímida sonrisa, que Dios era la luz más inmensa a contemplar, así que no pude ni siquiera decirle de mi cariño, porque no se me permitió, más cuando a su lado, esperando que la brisa fuerte se llevara su hálito, la dulce me reconoció a pesar de todo, y me dejó el regalo de su mirada, donde más que su belleza, pude reconocer que la humildad es un don que viene de lo alto, y que nos iremos con las manos vacías, con unos dedos pegados de nuestras lágrimas, dándonos su bendición.

Parece amigos queridos, que no vale la pena tanto correr, que es mejor una taza de café si no se la robamos a nadie, que ese correr detrás de un vino caro.

¡Parece que lloverá!… se ha desgranado el mar por mis ojos  al pensar que ya no está, y ahora deben continuar la tarea sus hijos, recordándola siempre con ese inmenso amor con que ella los vio, fue tanto, que no quiso que la vieran secarse en medio de su propia agonía, lejos…¡ iré muy lejos!, a casa con mi madre, y luego, cuando nada quede, volaré como siempre lo hice, en un pájaro de acero surcando el azul del cielo, hasta que sus ojos tristes me puedan contemplar y así descansar en paz.

Ahora ha dejado de llover, parece que se ha mezclado con la luz de un arco iris y cruza el Magdalena.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 21/15

©10-498-459


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