martes, 24 de febrero de 2015

¿QUÉ RECUERDOS? 3 [55]

¿QUÉ RECUERDOS? 3 [55]

Una vaca que nos dejaba bigotes
¡Jajajaja! sí, reíamos con ellos
Correteando como cabras por el bosque
Mamá, papá, ¡qué bonitos se veían!
Parecían uno, cuando subían y bajaban la cuesta
Y a los pocos días, un embarazo nuevo
Esperanzas y mesas llenas de bocados,
Cambios de casa, para buscar mejor futuro.

Luego, la Cacica, ilusión de un día
Sueño de toda la vida…
Romanceros, tiples y guitarras en la esquina
Sadatacos, músicos, guarapo, chicha
Inmensas alegrías de comadres y vecinos
Rocas que volaban y German a la policía.

Una volqueta con niños arropados
La ciudad, los anuncios luminosos
¡Ese carro es mío!, ¡nooo!, yo lo vi primero
El suyo es el destartalado,
Y pelear por tonterías…
Para reconciliarnos con una mirada.

No hubo hambre, ¡no lo recuerdo!
Siempre un trozo de alegría sobre la mesa
Trabajar  tal vez, lavando colas con gusanos
Gente buena alrededor, una que otra cobardía
La tienda de Don Alcibíades, los fiados
Ir a misa, el cura regañón, el lagartijo en la moto,
Las peleas de los muchachos
Marihuana y semillas de árboles para adornar el cuello
Rock, música hermosa, amor y fantasía.

Luchar por conseguir el alimento
Perderlo todo en un segundo, herido el rostro
Quebrados los huesos y la desesperanza a tiro,
Las telenovelas pegados de un radio en la pared
Arandú, Tarzán, El Chavo, El llanero y pare de contar…
Kico y sus locuras, Isaías y su loco andar.

Más luego, ¿acaso lo recuerdo?...
Fue una lágrima temblando en una esquina
Un pecho abrigándolo todo,
Un beso, bastaba un beso para bendecir el día
Y un abrazo, para regocijar la noche.

Cabritos asados, pollos de patas amarillas
German empollando en el galpón
Huevos partidos, gallinas aplanadas.

¡Bella juventud!, ¡qué pronto te has ido!
Te has robado mis mariposas azules
Te llevaste mis tesoros más amados,
Pero el roble de la esquina grita flores
Colchas de  pétalos violetas en el piso
Que recuerdan también
Una sábana que nos arropaba
Con un borde de oro
Y mágicas estrellas.

¿Mi vencejo era azul?
¿Mi sinsonte era gris?
Un ave de colores alimentando a los pichones
Aves y cerdos de monte sobre la mesa
Y un fusil terciado…

Otras veces apuntando al zorro chucho
Que se roba las gallinas.
Llegaron las lluvias cierto día,
Y como en el ayer los brazos caídos
Arropó en arenas su volqueta.
Violento Río de Oro amado y vengativo.

De nuevo el semblante acobardado
Y ella ahí, como una carreta
Como un fuerte viento empujando:
¡Vamos mijo!, ¡ánimo!,
Son muchos los pelados
Y la obligación no termina.

Y se crecieron las aves
Poco a poco, una mano ayuda
Alguien retorna de nuevo a casa
Zapatoca nos espera,
El colegio, los amigos, los tíos tan amados
Las esquinas, el amor.

La Cacica tiene dueño, mi padrino
Pero las ganas de vivir se anuncian
Cuando el campanario de la iglesia suena
Y nos alistamos un día domingo
El padre, la madre y sus polluelos
Para dar gloria a Dios por cada día
Y repetir así los saludos y abrazos
Las carcajadas, las  penas y las dudas.


Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, enero 13/15 
® 10-491-97

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