¿QUÉ
RECUERDOS? 3 [55]
Una vaca
que nos dejaba bigotes
¡Jajajaja!
sí, reíamos con ellos
Correteando
como cabras por el bosque
Mamá,
papá, ¡qué bonitos se veían!
Parecían
uno, cuando subían y bajaban la cuesta
Y a los
pocos días, un embarazo nuevo
Esperanzas
y mesas llenas de bocados,
Cambios de
casa, para buscar mejor futuro.
Luego, la
Cacica, ilusión de un día
Sueño de
toda la vida…
Romanceros,
tiples y guitarras en la esquina
Sadatacos,
músicos, guarapo, chicha
Inmensas
alegrías de comadres y vecinos
Rocas que
volaban y German a la policía.
Una
volqueta con niños arropados
La ciudad,
los anuncios luminosos
¡Ese carro
es mío!, ¡nooo!, yo lo vi primero
El suyo es
el destartalado,
Y pelear
por tonterías…
Para
reconciliarnos con una mirada.
No hubo
hambre, ¡no lo recuerdo!
Siempre un
trozo de alegría sobre la mesa
Trabajar tal vez, lavando colas con gusanos
Gente
buena alrededor, una que otra cobardía
La tienda
de Don Alcibíades, los fiados
Ir a misa,
el cura regañón, el lagartijo en la moto,
Las peleas
de los muchachos
Marihuana
y semillas de árboles para adornar el cuello
Rock,
música hermosa, amor y fantasía.
Luchar por
conseguir el alimento
Perderlo
todo en un segundo, herido el rostro
Quebrados
los huesos y la desesperanza a tiro,
Las
telenovelas pegados de un radio en la pared
Arandú,
Tarzán, El Chavo, El llanero y pare de contar…
Kico y sus
locuras, Isaías y su loco andar.
Más luego,
¿acaso lo recuerdo?...
Fue una
lágrima temblando en una esquina
Un pecho
abrigándolo todo,
Un beso,
bastaba un beso para bendecir el día
Y un
abrazo, para regocijar la noche.
Cabritos
asados, pollos de patas amarillas
German
empollando en el galpón
Huevos
partidos, gallinas aplanadas.
¡Bella
juventud!, ¡qué pronto te has ido!
Te has
robado mis mariposas azules
Te
llevaste mis tesoros más amados,
Pero el
roble de la esquina grita flores
Colchas
de pétalos violetas en el piso
Que
recuerdan también
Una sábana
que nos arropaba
Con un
borde de oro
Y mágicas
estrellas.
¿Mi
vencejo era azul?
¿Mi
sinsonte era gris?
Un ave de
colores alimentando a los pichones
Aves y
cerdos de monte sobre la mesa
Y un fusil
terciado…
Otras
veces apuntando al zorro chucho
Que se
roba las gallinas.
Llegaron
las lluvias cierto día,
Y como en
el ayer los brazos caídos
Arropó en
arenas su volqueta.
Violento
Río de Oro amado y vengativo.
De nuevo
el semblante acobardado
Y ella
ahí, como una carreta
Como un
fuerte viento empujando:
¡Vamos
mijo!, ¡ánimo!,
Son muchos
los pelados
Y la
obligación no termina.
Y se
crecieron las aves
Poco a
poco, una mano ayuda
Alguien
retorna de nuevo a casa
Zapatoca
nos espera,
El
colegio, los amigos, los tíos tan amados
Las
esquinas, el amor.
La Cacica
tiene dueño, mi padrino
Pero las
ganas de vivir se anuncian
Cuando el
campanario de la iglesia suena
Y nos
alistamos un día domingo
El padre,
la madre y sus polluelos
Para dar
gloria a Dios por cada día
Y repetir
así los saludos y abrazos
Las
carcajadas, las penas y las dudas.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 13/15
® 10-491-97
® 10-491-97
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