PALABRAS SUELTAS [63]
Cuando el
río hace el amor con el mar…
A veces pienso que debe haber una razón para el
dolor, más siempre creo que alguien puede equivocarse, ¿para qué el dolor en un
roble que ha pasado su vida soportando los fuertes vientos?, ¿por qué el dolor
a quien ha sembrado tan solo amor en el huerto de la vida?, pienso que en vez
de envejecer deberíamos ser como los ermitaños, que cuando crecen buscan un
techo más grande y precioso, y la vida no duele aunque el sol le de fuerte en
el rostro, y el peso de los años le da fortaleza para llevar a cuestas tan pesada
casa.
No lo comprendo, entonces me enredo en la tristeza
de sus ojos, y recurre de nuevo melancolía...
Un tinto por ti preciosa, no me gusta nombrar
personas, me he encariñado con muchos seres humanos por éste medio, y sus
dolores también me llegan al igual que sus pequeñas alegrías.
¡¡A trabajar todo el mundo!!
¡A levantarse y a tenerse y a trabajar para
mantenerse!, a poner la nariz de punta y los ojos de guía, que aquí no es como
en su tierra, dormir hasta mediodía!
Con ésta frase nos levantaba nuestro padre a las 5
am y todos nos arropábamos más, en ese frío de Zapatoca para ir al colegio, son
entrañables recuerdos que nunca se olvidarán, levantarnos a tomar caldo con
arepa, y agua de panela caliente, y antes que todo recibir esas sonrisas de
padres, nada igual para iniciar el día, Socorro y Lucía peleando por las
medias, Cesitar llorando porque German pasó la mano por su trabajo de dibujo
técnico, y sacar los uniformes que colocábamos debajo del colchón para que no
se arrugara y sacarlo como un acordeón, jajaja! ¿Esto tiene precio?
Y además la radio sonando así... y la mirla y el
toche con su rochela
El hombre dormido saludó a sus propios sueños,
tembló al descubrir que era real lo que guardaba en sus pensamientos, que el mundo era un tapete violeta donde los
azules se matizaban, para que los ideales y recuerdos, se escribieran sobre una
tela blanca...
La fuente dijo: Hay que compartir del alimento
real, la música, los mensajes positivos, la buena energía aunque estemos
tristes y pálidos, hay que llenar el corazón de abundancias, porque la pobreza
de espíritu nos mantiene como a los girasoles al atardecer, con el rostro
gacho, más un nuevo día es la esperanza para levantarlo de nuevo, orar por tantos enfermos y abatidos que ruegan por
un segundo más...
Contemplar, escuchar a las aves, ver la danza de
las mariposas después de salir de su prisión, adivinar cómo es la profundidad
que fabrican las hormigas, ver a los ojos a los inocentes, amar lo odiado y
bendecir el huerto es tarea de todos.
Parecemos tristes, pero es que a veces llegan
notas, pero la música ilumina la mirada y llena de amor esa barca que desea
surcar el mar.
Vamos por la playa de blancas arenas a buscar a
nuestro ermitaño, tal vez bajo la roca fuerte lo encontremos... y nada sea
delito... entonces la música debe sonar, las alas deber llenar los árboles y
las letras lo blanco de mi pequeña figura.
Hubo
una linda sorpresa ahorita, el mirlo regresó, creí que había muerto, y vino a
mi árbol y trinó hermoso, es una sensación linda, pues cerré los ojos y vi a mi
madre con brillos violeta y todos alrededor de ella, lo extraño es que solo
éramos mujeres, siempre digo que ella viene con él... ha de ser y me lo creo.
¡¡Hermosas!!...
Algún día cuando el sol nos llame, seremos alas de brisa y no habrá dolor
porque será el viento, una enorme sonrisa y el mundo será para nosotras.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 15/15
® 10-491-97
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