martes, 24 de febrero de 2015

EN LA PARCELA [100]

EN LA PARCELA  [100]

Viendo tan solo caer la nieve, lejana y ajena a  la tibieza de mis manos, un poeta se entretuvo, dejando su telar para que otros escribieran.

Hay un amor que muere de frío ante sábana tan extensa... ¿será una flor?, o tal vez un oso que decidió dormir para siempre, olvidando tal vez, que los inviernos pasan, al igual que las primaveras.

¿Están locos?, ¡que no duerman!, el sol estaba jugando un rato, entre brazos dorados bañados de miel del cielo, en otro bosque, y pronto serán hallados quienes cierran los ojos y no esperan... ¿quién dice tal tontería?, y a lo lejos se escucha el cantar de un búho, mimetizado entre la blanca tela que cubría un árbol.

Adiviné que el frío interno hace morir  la piel, y que la providencia guarda grasa para el mañana, cuando caen y caen los copos de nieve, para llenar las páginas del bosque de telares níveos, a donde el poeta escribirá su nombre y el mío.

Eso espero… que se nos bendiga con amor, que se armen muñecos con sonrisas que prometan mañanas, si acaso llegan…

Una barca de cristal anhela retorne el ruiseñor a mi ventana, que no encuentre rocas disfrazadas a su paso, y el mar esté sonoro, la música sea compuesta por las enormes ramas de palmera, y un sortilegio sea el cañaduzal seco, acompañando tan divina comparsa con pompa y alegría.

Se borró su voz… nadie la grabó… el video donde cantaban los pastizales y pensaba en ti. Pero regresaré otro día, si el reloj del tiempo no se detiene para mí, y sabrás de qué melodía te hablo.

Caminé un rato y visité la tumba olvidada de mi Nena, los pajaritos estuvieron cantores al amanecer, y cuando el ocaso disfrazó su señal de viaje con payasitos de colores, retornaron las aves que se habían ido, y todos los árboles fueron orquesta antes de mi regreso.

Una oración callada y muda… te vi danzar muchas veces… parecías corretear una paloma perdida en el bosque, y tu luz llenó de mágicos sueños mi alameda, cuando un adiós se predijo, y un poema parió la vida, ante imagen tan divina.
¿Viste poeta?, ahora somos padres, entre tú y yo, en silencio, llenaremos bosques blancos de pequeñas letras.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 28/15
© 10-491-97




No hay comentarios:

Publicar un comentario