viernes, 22 de agosto de 2014

VOCES EN EL VIENTO

Foto: VOCES EN EL VIENTO

Han escuchado el diálogo de una flor y un ave?
Si esperas a tu propio  silencio comprenderás lo que se dicen
Inclusive la luz tiene una fuerte voz
Pero debes callar la tuya, para que la puedas percibir.

Le dice la brisa a los árboles: ¡los amo!
Un aliento a perfume de todas las flores los sacude
Permitiendo que los cansados caigan
Y  vuelen las hojas en su despedida.

Gritó  la luz: ¡aquí estoy!
Me puedes atrapar en tu lámpara interior?
Y vamos por ahí  como locos,
Buscando afuera, lo  que nos sobra adentro
En tanto un grito de amor  se enciende 
como foco de luciérnaga
Palpitando en la oscuridad.

Escucho a Cortázar, no hay pérdida
El mensaje maravilloso de la música
Es la misma voz invisible de Dios
Pero vista en los ojos de los callados
Los   que  esperan un abrazo y la palabra ¡ánimo!
Todo pasará, y algún día llegará
La tan ansiada libertad.

Hay  una voz que grita
La del mutismo  angustioso
Todos la podemos escuchar
Y  hasta las perlas de sal tienen sonido
Bajan  por  la montaña prometida
Y  al caer se elevan,
Desapareciendo en un  segundo
Como cualquier sueño vivo.

Amor, es el grito más desesperado
El calor más fino, y la huella más dulce
A la distancia, entre  hilos mágicos
Se conjuga su verbo como un águila en  vuelo
Y se descifran todos los códigos 
Ante la respuesta que parece una penumbra
Tan solo rojo fuego, esperando un beso.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, agosto22/14
Imagen: Internet

VOCES EN EL VIENTO

Han escuchado el diálogo de una flor y un ave?
Si esperas a tu propio silencio comprenderás lo que se dicen
Inclusive la luz tiene una fuerte voz
Pero debes callar la tuya, para que la puedas percibir.

Le dice la brisa a los árboles: ¡los amo!
Un aliento a perfume de todas las flores los sacude
Permitiendo que los cansados caigan
Y vuelen las hojas en su despedida.

Gritó la luz: ¡aquí estoy!
Me puedes atrapar en tu lámpara interior?
Y vamos por ahí como locos,
Buscando afuera, lo que nos sobra adentro
En tanto un grito de amor se enciende
como foco de luciérnaga
Palpitando en la oscuridad.

Escucho a Cortázar, no hay pérdida
El mensaje maravilloso de la música
Es la misma voz invisible de Dios
Pero vista en los ojos de los callados
Los que esperan un abrazo y la palabra ¡ánimo!
Todo pasará, y algún día llegará
La tan ansiada libertad.

Hay una voz que grita
La del mutismo angustioso
Todos la podemos escuchar
Y hasta las perlas de sal tienen sonido
Bajan por la montaña prometida
Y al caer se elevan,
Desapareciendo en un segundo
Como cualquier sueño vivo.

Amor, es el grito más desesperado
El calor más fino, y la huella más dulce
A la distancia, entre hilos mágicos
Se conjuga su verbo como un águila en vuelo
Y se descifran todos los códigos
Ante la respuesta que parece una penumbra
Tan solo rojo fuego, esperando un beso.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto22/14

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