Mamita con Anderson y su novia
SUEÑOS
Vivió de sueños, nunca dejó de hacer planes, su paciencia le permitió ser feliz con los sueños ajenos, eso fue lo que la hizo ser una santa, nunca quiso para ella nada, era feliz viéndonos sonreír y cada fracaso era un reto, que asumía con valor y obediencia al Ser Supremo, quien dirigía su barca y la nuestra.
Inicié a caminar, ¿había caminado
acaso algo?, me di cuenta que la vida es soñar y esto ya lo habían dicho antes,
seguí caminando, quise trepar la cuesta a donde estabas pero alguien había
ocupado mi lugar, y de nuevo pregunté: ¿era realmente mi lugar?, ¿quién nos
coloca en el sitio dónde estamos?, seguimos soñando y decimos: lo merezco, soy
lo mejor, ¡claro que sí!, lo que deseo puedo lograrlo, y tengo una lista de
sueños inmensos colocados sobre la mesa, y sigo pensando: debe ser que esos no
eran los míos, ¿para qué me afano tanto?, cada sueño es como el abrir la hoja
de un libro, nunca estaremos conformes con nada, nos estrellamos, subimos la
cuesta y vemos que continúan más cuestas, muchos más sueños de los que teníamos
anotados en la libreta, y seguimos acumulando hojas y hojas secas, el árbol se
desnuda de a poco, se vuelven pálidos los cabellos, se caen, y nos quedan unos
pocos hilos para amarrar esos pequeños sueños que aún nos quedan, y te veo ahí,
cada día más lejano, y repito: era otra ilusión mía, como una tonta paso
soñando, mendigando un amor ausente, rogando al viento algo que no existe para
mí, y escucho el cantar de las aves, tropiezan mis ojos con una libélula azul
que pareciera traer un mensaje a mi ventana, el mirlo no regresó, se cansó de
cantar y que nadie lo escuchara, no pude apresar sus mágicos sonidos de amor, y
ayer de nuevo lo extrañaba, pero han llegado otras aves, ¿o son las mismas?,
¡si claro!, son los mismos canarios del vecino colgados de mi árbol, cada día
son más los prisioneros, ¿y los sueños?, ¿qué ha sido de mi sueño de amor?, es
una historia que se va, como el ruido y las carcajadas del ayer, y es navidad,
¿tan veloz pasó el año?, parece un solo día, ahora que disfruto más los
segundos el tiempo parece más veloz, ahora que te alejas, retorno a las faenas
del día a día, hay sueños imposibles, pero no, todo sueño es posible, podemos
dejarlo ahí, en ese rincón del tiempo contigo, somos sueño dentro de un sueño
que se desvanece como la nieve del invierno a la salida del sol, y nos damos
cuenta entonces que bajo esa capa fría, había miles de sueños atrapados que
abren sus alas y sus ojos a la divinidad de otros segundos, instantes que van y
vienen, y sacudimos las alas del pensamiento para volar como las cometas, con
un destino marcado, y luego dejo de afanarme por lo que no pudo ser, y espero
se enrede mi cometa en la tuya, ¡tal vez!... he visto cómo la providencia juega
con nosotros, nos enreda, nos estrella, nos levanta, y hace crecer nuestras
alas con nuevas ideas, pero nunca permite que nos doblemos y dejemos de luchar
por aquello que anhelamos, al fin y al cabo esto es la vida, un pequeño globo
de espuma que con un pequeño soplo revienta y con un beso se esfuma...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 23/14
Barranquilla, diciembre 23/14
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