Mamita en oración
MUJER
Bendita mujer,
¿de dónde llegaste?
fue luz tu andar,
gacela saltando en el
pastizal
oveja balando sin el
hambre saciar.
De tus sendas, ¿quién
se encargaría?
¿Quién recogería en
ostras de oro tus lágrimas?
¿Quién, tus angustias
ante añejos dolores?
Mujer: bendito lirio de
cabello plateado,
tus ojos son la
bendición de un bosque
en dónde serás hallada,
cubierta de flores,
con galas de mariposas
azules y blancas,
mi linda mujer de manos
arrugadas.
¿En dónde habrán quedado
esos atoros?
¿Ese tengo un no sé qué,
en no sé dónde?
Mi roca fuerte,
abrigada en un manto celeste
donde los rayos de luz
te penetraban
cuando veías desde tu
ventana...
Un aura tuya adivino
cuando asomo a tu alcoba,
la han despojado de
todo, para no llorar,
pero ahí se quedó tu
aroma,
y en la misma ventana
observo, para sentirte;
con la misma cobija me
abrigo cada noche,
y en la trémula
fantasía de hallarte,
al fin, me reconcilio
con el sueño.
¿Sabes que inició a
llover en éste momento?
Tal vez me has
escuchado madre,
y lloras desde arriba
cánticos que besan la
fría tarde.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre
13/14
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