De mi lorita.
¿EN DÓNDE?
¿En dónde estás?,
Y buscando a Dios me perdí de sus besos,
Que se congelaron
En el océano de la indiferencia...
Eres un son colado entre la lluvia
Repitiendo te quiero, te quiero
Cuando caes sobre las hojas
Multiplicándote en el aroma del bosque.
¿En dónde?, y suspiro de tu aliento
Te miro entre las flores,
Eres el aroma que bendice
La luz que irradia el día
La oscuridad que penetra la noche.
Casi que me pierdo de ti
¿En qué andaba?
Mundo loco me enredaba
Vanas cosas me absorbían.
Y arriba del árbol movías sus ramas
Debajo de la roca regalabas vida,
En el envés de una hoja me sorprendías
Trinidad divina, siendo oruga, cárcel y alegría.
¿En dónde estás?
Y todos rieron de mí
Pero tú me consolabas,
Adobabas con sal mi mar profundo
Y con tus manos, mis lágrimas secabas.
Estuve acorralada y abriste la puerta
Como un ave prisionera cantaba,
Como un condenado sin delito
Preso entre barrotes, me aliviabas.
Cuando se pateó mi vida
Y caminé senderos pedregosos,
Ladré a la luna por un pedazo de torta
Y unas manos me tocaron,
Un rostro sonriente alivió mis penas
Un cálido amor abrió mi apetito por vivir.
¿En dónde estás que no te descubro?
Y corro, cuando sé que me sostienes
Una roca a propósito puesta has quitado
Una venda en mis ojos había colocado
Pero gotas de lluvia diluyeron viejas sombras.
Nadie te inventó
Eres tú la magia de la vida,
Imprimes color a las rosas
Y a mi mente llenas de fantasías.
Me di cuenta que estás donde te busco
Entre las hojas secas que se elevan en una danza,
Te mezclas en miles de formas ante mis silencios
Mueves mis manos, y colocas a mi boca una sonrisa
Un hálito nos abraza moviendo mi corazón aprisa
Entre las penumbras que corren veloces
Y me abrigan en tu casa.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 15/14
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