EN ALTO

Jessica 

EN ALTO

¿En dónde estás?, aquí solo escucho tambores, veo plumas y plumas, y en el centro un sueño donde estás... los veo a ellos desnudos danzando, pareciera que se elevan como águilas, como garzas, y luego todo es color, vienen las lluvias que destiñen tus blancos bosques, el frío se aleja, y apareces en medio de mi pequeño mundo, ¿estás?, y repito a un lago que hace pequeñas ondas con mis lágrimas: dile onda pequeñita que lo amo, ¿lo creerá?, y el lago me regala una flor de loto muy perfumada, hay una ranita que se parece a mí, salta y salta sin llegar a ningún sitio, ama y ama, sin alcanzarte a ti.

¿Sabes qué me dijo un gorrión?, que andas ocupado en tus cosas, que llevas mucha prisa, que lees y lees tus historias y entre todas repasas las más lindas, pero todas son bonitas, porque son la vida misma en un espejo, tu espejo, y voy entonces hacia otro lago y me veo en él, ¿por qué razón siempre triste?, quiero sonreír, mucho, mucho, y cae la lluvia de nuevo, tiene sal, se adobó un poco, ¿quién salará las aguas de mi lago interior?, es raro, ¿quién le pondrá alas a mi corazón?, y dibujo una sonrisa cuando pienso en ti, imagino que mi barca se estrella con la tuya, nos volvemos oasis, nos volcamos y mi sueño es uno contigo...

Ellos continúan danzando, y lo veo a Él de nuevo en mi puerta de madera, lleva un enredo en su frente de muchos colores, y una gran pluma danza con la brisa, piel morena, ojos de miel, larga cabellera que parece la de un caballo salvaje y me vuelvo espiga para que me roces, me convierto en montaña para que pasees sobre mí, me vuelvo piel, para ser la tuya, y entonces soy miel contigo, somos panal y hormiga en la espesura del alma.

Sueño en alto... subo a la montaña más elevada de tu bosque, y allí encuentro la ensenada húmeda de tu boca, y paro de buscar, mi corazón escucha las campanadas del tuyo, es delicioso conocer del amor, saborear esa rica esencia a vino, a vid fresca que mordemos mientras imaginamos una orgía y nos desenvolvemos en el viento como espuma y ola, sin ser mar...

Raquel Rueda Bohórquez   

17-12-/14