sábado, 22 de noviembre de 2014

PARA DOS



PARA DOS
Cuando el cielo se iluminó, 
Y las nubes grises se alejaron, 
Surgió un poema
Entre tú y yo...

Cuando se escribe al amor, 
El cielo se abre como una mujer, 
Para que podamos robar letras 
Coladas en el viento...
Y sus gemidos se repitan en versos
Es posible que el poema seamos los dos
En ese mundo de ricuras sobre la mesa
Con un espacio mínimo, tu pecho y el mío
Y un sendero apacible de manos apretadas
Besos confundidos en mordiscos
Y lenguas agitadas como las olas en el mar.

Para dos, detallar una flor cuando abre
Atrapar una pluma de guacamaya en el aire
Versar sobre el nido de la calandria
Y la espada que repite oraciones con te quiero
Agitando la montaña, que sean dos, 
Reventando muros para triplicar los sueños.

Y luego, burbujas en el mar
Más tarde, una gaviota al pasar
Tus manos enredadas en las mías
Tus ojos estáticos atravesando el sendero
Cual un amor buscado sin hallar jamás.

Para dos, éste segundo
Conversando tés y cafés calientes
¿Trajiste pan fresco?
Mmmm… ¡qué rico!, dulces aromas
Miradas y miradas bajo el árbol del cóndor
Carreras y esquivas rosas.

¿En dónde estás?
Y apareces otra vez
Es alegría la navidad,
Se fue la lluvia de sal
Y el mundo es una copa de cristal
Llena de vino rojo
Bocas pegadas
Llamas encendidas
Y el no irse de nuevo.

No… ¡no te vayas!
Hemos perdido el tiempo
Hemos dejado pasar los años
Sin acariciarnos, sin ese beso pendiente
Que dejaste en las nubes,
Al marchar.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 22/14

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