Mi sobrina Laura y su bebé
CUALQUIER DÍA
En un día que ni azul color tenía
solté la cometa y la eché a volar,
me entretuve en las nubes
y me fui a Dios a buscar.
Recuerdo que todo me dolía
la cabeza era el mundo patas arriba
mi entrepierna ardía como llamarada
y ellas no paraban de buscar lo que no debían.
Un día cualquiera con celular en mano
tomando una que otra fotografía
-para el recuerdo, ¿es malo chichi?
seguí viviendo a morir,
seguí apresando estrellas en los ojos
y me envolví en dulces alegrías.
Y te quiero, ese fue el mejor amanecer
cuando la veo crecer cual mi muñeca de piel
junto a mis pechos que abrieron como flor,
cualquier día, cuando el verano fue intenso
y me puse a pensar en la vida.
Pueda ser que mañana me recuerden
las veo ser y crecer, nada es lejano
estoy en las rosas que besa el invierno
y en los niños que atrapan tus manos.
Cualquier día los veré a todos
nos juntaremos como el jardín
nos besaremos como las hojas al caer
y el roble estará fuerte otra vez.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 18/14
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