domingo, 5 de octubre de 2014

UN ÁNGEL

UN ÁNGEL
Un ángel se ha posado sobre la puerta de mi hija Carolina, tiene alas gigantes y ante la luz parecen violetas recién abiertas en un jardín, un par de ojos azules vigilan desde ellas.
Dicen que los ángeles pueden transformarse en lo que ellos deseen, vienen atraídas por la luz, se desorientan para quedar atrapadas en nuestros propios miedos para ser injustamente condenadas y señaladas, son la buena suerte, y el temor huye, son la ventana abierta para que vivan un día más, y mi mano no será la espada para clavar en una tumba de icopor.
Mi angelito mueve sus alas como si fuesen párpados y se queda un rato más, como diciendo: Soy la fortuna que anuncia un cambio en tu vida, ¿por qué razón te asustas?, el miedo es un ancla que no te deja surcar el mar, debes soltar las amarras, sacar la hoz que aprisiona tu corazón, y la corriente suave bajo las enaguas del mar, te acercarán a un hogar ,donde los peces nadan dentro de luces mágicas y globitos de colores como si fuera una fiesta.
Un niño acaba de nacer, una hoja se cae y otra regresa como favor del Creador, una espiga muere y alienta a un hambriento, pero antes perfuma intensamente
pareciera una flor en su deambular.
¿Por qué tengo miedo?, siempre estoy asustada, no puedo cargar con tantas penas ajenas, pero ella mueve sus alas cual si avión mágico fuera, y dos antenas con luz propia indican que lo incierto es lo verdadero, y es sorpresa el día y la hora, por eso, un ángel me prepara para mi propio viaje, en su silencio me grita: ¡Canta, baila, ríe, llora!, hazlo ahora, porque mañana es un día incierto y el más feliz de tu vida, ¿no sabes escuchar el ruido del silencio?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 4/14

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