OTRA VEZ
De nuevo dí la espalda al mundo.
No hay afán por el tiempo,
Él es el código asignado
Para que conversemos un rato
Acerca de la nieve y los pájaros azules.
Había una vez un pordiosero
Y se convirtió en sabio,
Cuando trepando de un árbol
Bendijo las hojas secas
Y al bajar, se arrodilló
Para comer del suelo.
Otra vez lo vi abrir sus alas
Tan solo por una lluvia mínima.
Dobló las rodillas cuando la mies,
Abrigó desde temprano;
Y al anochecer,
Cambió turno con otra sabia
Que lo contemplaba,
En tanto cantaba y buscaba trigo
Para bendecir el segundo,
En medio de rojas flores
Con orillos dorados.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 2/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario