martes, 21 de octubre de 2014

NO APAGUES LA LUZ/A Charles Baudelaire (3)

 Mi amante tuerta se acercó,
Parecía gata en celo
Y me dejé llevar de sus maullidos.

Era infernal su piel,
Como una llama que me ardía
La apresé, y ella se dejó.

Envuelta como serpiente la amé,
Su boca relamía mi carne
Como sedienta fiera prisionera
Y se dejó querer.

Su cabeza en mi hombro
Bebidos todos los tragos de la sevicia
La maté y me maté a besos con ella.

Abrí todos los canales y me regué
Como la lluvia ante el verano,
Y me envolví  entre sus llamas de mujer
Hasta volverme un huracán
Que estalló en todo su mundo,
Transformando en  verso una orgía
Y en poema, mis ganas de por ella padecer.

¡No apagues la luz!
Déjame ver tu piel más que tu alma,
Vivir tan solo el instante
Para ser enviado al purgatorio de tus manos,
Que saben que el único infierno provocado
Es la maldad de poseernos y amarnos,
Entre alocados chillidos de fieras
Y mágicos gemidos de lenguas entrelazadas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, Colombia octubre 21/14

Antología Alfred Asís


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