domingo, 19 de octubre de 2014

¡¡LLOVIÓ!!

¡¡LLOVIÓ!!
Sí, estaba coquetón el viento
Me enamoró ante la lluvia
Cerré los ojos un instante
Y en el momento de la muerte
Sobre mi boca estabas.
¡Susúrrame aire fresco!
¡Alíviame tarde divina!
Que al abrir los ojos
Pueda volar como águila
Y reír como la lluvia al caer.
Un lago pasó veloz
Me lo perdí hoy,
Pero al rato diamantes vivos
Nadaban por las hojas
Como lágrimas de Dios
Manifestadas en los árboles.
Un grito ahora
Como rugidos de rocas enormes
Me sorprende escribiendo;
Se agita el corazón ante la tormenta
Y sigue lloviendo...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 19/14

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