lunes, 6 de octubre de 2014

LA BRUJA/MITOS Y LEYENDAS

MITOS Y LEYENDAS EN ZAPATOCA SANTANDER
LA BRUJA

Ellas se disfrazan de aves negras y persiguen a los hombres muy guapos, mucho se cuenta sobre las brujas, inclusive he conocido hombres que amanecen con moretones en el cuello, dicen que se lanzan sobre ellos como si los ahogaran, y los moretones son chupones que ellas les hacen. De mujeres atacadas por brujos poco se sabe.

Vuelan sobre los tejados como chulos o en forma de pavas negras, se desdoblan para atacar a sus víctimas, no hay casa donde no se hable de ellas y son muy temidas, puede ser la dueña de la casa, una anciana que practica brujería o hechizos, y se enamora de su inquilino.


¿A quién recuerdo?, a Euclides, a Carlos Saúl, a mi suegro, inclusive a mi esposo que relata la historia como si fuera verdad y sentimos mucho temor. 


En medio de la nada en su inconsciencia, no saben si están dormidos o despiertos, esa cosa cae sobre ellos, y se siente mucho ahogo, les respiran al oído, parece una bestia sedienta de placer y al otro día amanecen con morados, ante todo en el cuello, y la explicación es que las brujas los chuparon, vaya uno a saber de qué lugar venían, y usan a los pobres chulos y pavitas como pretexto para engañar a sus esposas, hasta el punto de convertirlo en una leyenda. 


En luna llena se acercan las brujas, ¡cuidado!, hay que colocar una vasija con agua en la puerta para que ella resbale, echar sal y otras cosas que las espantan. 


Nadie ha contado como es su rostro realmente, cada vez añaden algo diferente, si tiene dientes de víbora o de hiena, lo cierto es que la bruja visita mucho a los hombres guapos y casados, ojo que no se desdoble la vecina, ojo con la inquilina, ojo con la señora de los tintos, cuidadito la secretaria bonita resulte ser: ¡la brujaaaaaaaaaa!


Contaban mis tíos que un hombre valiente las puede enfrentar, ella puede llegar a tu casa a pedir sal al día siguiente, y así la identificas, o si en la noche la puedes ver, dale tremenda paliza y échale agua bendita, mi tío Luis dizque le dio a una muy fuerte con un rejo de arriar ganado, y al otro día vio a una vecina muy maltratada, la misma que vino a pedir sal en la mañana. 


Ésta historia pasa de boca en boca, unos la cuentan de una manera, otros agregan algo y así cada vez más picante, nos arrodillábamos cerca de las piernas de nuestros padres muy asustados, cuando iniciaba el día de cuentos, que era cuando los tíos llegaban de visita y empezaba a oscurecer.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 5/14

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