GRITOS
INFERNALES/ A Charles Baudelaire (5)
¡Estás
aquí amante mía!...
Un poema nuevo al salir el sol
Quema ésta tarde, ¡arde en mí!
Soy pasión, llama
encendida
Soy tú, desnudo gimiendo como gata en celo,
Un loco vagabundo
sediento
Un perro andariego sin
hogar.
Pero en ti hallé paz y
consuelo
Entre tus brazos de
alondra,
Que como un ave al
pasar
Me regaló un canto de
palmeras
Agitándose en mi piel,
veloz.
Viento al fin mi amor,
Solapado y mensajero
Trayéndome un día más
Para bendecir el suelo
de tu piel
Rogando más y más
Vertientes dulces, benditas,
Sinuosas curvas del
edén perdido.
¡Mujer!, siempre mujer
color de hoja seca
Que a mi vida trajiste
un lirio blanco
Que se encendió como
hoguera
Preñándose en mi
bragueta de ardor
Que me llevó bajo
tierra
Sin dolor ni pena...
¡Ah!
¡Como duele vida mía, la muerte!
¡Qué
dulce fue haberte conocido!
Aquel
día, con esa candidez fingida,
Tu
desnuda pierna mostrando la oscuridad del bosque
Como
niña con los pechos fuera,
Fruta
madura, iniciando a perderse en la llanura
Invocó
a las fieras del bosque;
El demonio arañó la carne putrefacta, y fuimos uno solo.
El demonio arañó la carne putrefacta, y fuimos uno solo.
¡Pero
no me quejo! ¡Valió la pena!...
Fuiste
en medio de mis agonías, válido recuerdo.
¿Existe
el cielo?, me lo gané contigo
Cuando
toqué con mis manos ese destello
Blanqueando
los ojos en tu clímax,
Sintiéndome
por ti un hombre verdadero
Chillando
y berreando cual toro en matadero.
¡Y
me mataste!, me agarraste de las orejas
¡Estaba
vivo aún cuando me mataste dos veces!
¡Gracias
amor, por el infierno vivido contigo!
¡En
verdad que sí!, fue mi ganado cielo
Por
habernos visto y juntado en un lago
Tristes
y solitarios, vencidos al fin.
¿Fue
tan solo pasión?
No
lo sé, pero me trajiste la muerte
En
medio de agónicos sonidos placenteros.
¡Bendita
seas!
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 30/14
Para antología a Charles Baudelaire
Alfred Asís
No hay comentarios:
Publicar un comentario