LOS DOS
Viendo un mañana junto a ti,
llorando pero de felicidad;
programa mis horas el destino
y pregunto: ¿será?
Me olvido de mí para ser tú.
Te amo, ¡te quiero!, es verdad,
¿como entonces se transforma todo,
cuando vienes a mi alar?
Y en ti cual mariposa en flor
acariciándonos todo,
besando el fuego
hasta apagarnos
y encendernos,
una y otra vez.
Huelo las flores tras mi puerta,
te veo ir y venir a través de un velo;
cierro los ojos para verte regresar.
Quiero gritar: !te quiero!, si amor, ¡te quiero!
Eres la copa de mi vino predilecto,
las uvas azules que no he probado...
¡Eres el deseo más íntimo
que a ti me acerca,
como una bendición!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 9/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario