martes, 12 de agosto de 2014

AQUÍ


AQUÍ

Hubo algo hace días tan solo
Como si una estrella se hubiese escapado del cielo
Y mi corazón dolido anhelara  su  brillo
Cuando providencia lo estrelló de frente conmigo.

Aquí hubo algo extraño,
De lo alto cayó sin prisas
Con la dulzura de una hoja sobre la grama
Y la violencia de un amor contenido.

Despejé dudas y miedos –por qué no-
-A quién debo dar cuentas de mis instantes-
Toqué una puerta para decir: te amo
Pero era de acero fuerte,
Y no pude ver la luz de adentro.

Sin buscar llegó…
-Eres acaso adivino de mis íntimos deseos-
Abriste mi cárcel a una ilusión
Cuando estaba pegada de mis añejos desvelos.

Si puedes amarme sé que también
Si puedo aferrarme cual hilo a inmensa locura
Lo haré por tu piel, me extenderé por tu cuello,
Y dejaré miles de flores hambrientas de sol al final.

Aquí estás, como una libélula
Trayendo un mensaje oculto en el cielo
Como una flecha disparada que no hiere
Has llegado de lejos, muy lejos,
A plantar una esperanza en mí.

Aquí sucedió algo incomprensible
Cuanto más triste y dolida estaba
Y mis ojos se hicieron prisioneros de la nostalgia
Con una roca ahondando en el alma,

Un brillo de solo un instante
Y todo cambió, al estar en mis ojos un manantial.

Acierto tan solo eres, mi niño
Descubriendo regalos perdidos
Encontraste un amor para mí.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 12/14

 




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