Imagen: Internet
EN MI VENTANA
Encontré un espacio en tu ventana
tan colorido como un inmenso roble,
pepitas de agraz en sus paredes
besos de lluvia desgranada.
Me asomé un poco tan solo
para imaginar el mundo sin odio,
brillaban a lo lejos miles de luceros
pero al verlos caer ¡santo cielo!.
Seguí imaginando el mundo
los árboles abrazados de blancas flores
que en estampida volaban por el cielo,
dejando a su paso como de los niños
dulces candores.
La ventana del olvido,
impotencia se respira
mis alas parecen muertas esperanzas
mis ojos, tristes topacios en un lago,
donde se retratan los ojos de los necios
entre púrpuras imágenes.
Me voy de aquí,
me espera una montaña arriba de todos los soles
hallaré un cúmulo lleno de amores
y no estaré aquí, me llueve el alma
llenándose el mar de sales
en medio de vuestros horrores.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 25/14
Encontré un espacio en tu ventana
tan colorido como un inmenso roble,
pepitas de agraz en sus paredes
besos de lluvia desgranada.
Me asomé un poco tan solo
para imaginar el mundo sin odio,
brillaban a lo lejos miles de luceros
pero al verlos caer ¡santo cielo!.
Seguí imaginando el mundo
los árboles abrazados de blancas flores
que en estampida volaban por el cielo,
dejando a su paso como de los niños
dulces candores.
La ventana del olvido,
impotencia se respira
mis alas parecen muertas esperanzas
mis ojos, tristes topacios en un lago,
donde se retratan los ojos de los necios
entre púrpuras imágenes.
Me voy de aquí,
me espera una montaña arriba de todos los soles
hallaré un cúmulo lleno de amores
y no estaré aquí, me llueve el alma
llenándose el mar de sales
en medio de vuestros horrores.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 25/14
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