CONTIGO/Edita Martinuzzi
Viajaremos las dos
en alas de viento,
en versos de poetas
en alamedas verdes,
en primaveras perfumadas.
Estaremos riendo siempre
no habrá llanto,
sólo dulces quebradas
bajando por rocas,
siendo gris tan solo
el pálido de la boca,
y el brillo viejo de los cabellos.
No olvidaremos una promesa
aquí, ahora...
Iré a tu ventana como libélula,
¿te gustaría una mariposa azul?
la verás te lo prometo,
y te contemplaré en ese dulce día
danzando sobre la lluvia,
cualquier segundo, el prometido,
esperando tan solo la mágica voluntad
y la salida del sol en un espejo,
donde habrá un retrato de las dos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 25/14
Viajaremos las dos
en alas de viento,
en versos de poetas
en alamedas verdes,
en primaveras perfumadas.
Estaremos riendo siempre
no habrá llanto,
sólo dulces quebradas
bajando por rocas,
siendo gris tan solo
el pálido de la boca,
y el brillo viejo de los cabellos.
No olvidaremos una promesa
aquí, ahora...
Iré a tu ventana como libélula,
¿te gustaría una mariposa azul?
la verás te lo prometo,
y te contemplaré en ese dulce día
danzando sobre la lluvia,
cualquier segundo, el prometido,
esperando tan solo la mágica voluntad
y la salida del sol en un espejo,
donde habrá un retrato de las dos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 25/14
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