EN EL VIENTO
Quise ser luciérnaga en el viento
y al quedar suspendida girando
un ave quiso devorarme
me espanté asustada
para mimetizarme en una flor.
En el viento te soñé
atrapo tus suspiros
sin calentarme, tibia como una lámpara
llena de aceite para la hoguera,
donde quedarás atrapado al segundo
y entre mis llamas danzarás,
sin ser herido siquiera
volverás como brizna
beso ardiente pegado de la piel
nos multiplicará
al estar de nuevo tu ráfaga
besando tules rojos y amarillos,
ansiando calores anochecidos
y siendo bronce derretido al cerrar los ojos
apresados en el ámbar de una mirada,
a la distancia,
tan solo eso,
pero amándonos
¿será?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 21 julio/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario