sábado, 19 de julio de 2014

A TI



¿Estás enojado conmigo?, pero sigo hablando sola, engaño a nadie, a la luz de la tarde, porque no me haces caso y cada día te alejas más.

Escucho una música muy hermosa, ayer imaginé que no querías nada, que me habías bloqueado para que no molestara, pues los dos tenemos sombras a nuestros lados, lo sé y lo sabes, pero el amor ha de ser libertad para decir lo que sentimos, y esa libertad la practico contigo en mi soledad.

Descubro un bosque lleno de luces y sonidos, pareciera borracha, un sendero lleno de hojas secas de muchos colores, ¿los ves?, a ellas escribo, a los verdes prados que no he caminado, a la silla que está esperando por un viajero solitario, al árbol que espera dar sombra a los enamorados, pero nada pasa, todo continúa igual, repitiendo letras y letras, los ojos agotados, y el corazón cansado de esperar.

¿Me podrías contar si te has enamorado de alguien?, a veces no sé qué es el amor, pero despierto pensando en ti, y en las noches, eres tú la sombra que me sigue, hasta que cierro los ojos y muero sin saber en qué momento.

Y cuando apareces, creo ser la mariposa que ves ahora, una monarca danzando sobre una flor, feliz al fin porque ha encontrado la miel ansiada, entre tantos miles y millones de flores del paraíso, y luego, cierro las alas y me quedo viendo al horizonte, donde no estás, y continúo hablando sola, dejando letras aquí o allá, en donde vea un espacio, sin pedir más.

Cierra los ojos y imagíname  cerca de ti, yo soy las ondas del arroyuelo, soy la brisa que te besa ahora, soy espuma entre las rocas del océano, lo que desees, porque la magia de la poesía es que somos todo lo que anhelemos y ahora, soy tu amor, soy una copa llena de vino añejo para ti. ¿Lo quieres probar?, dime que sí, para a tus brazos volar.

Raquel

Barranquilla, julio 18/14

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