sábado, 14 de junio de 2014

HILOS DE PLATA


Tatyana Deriy

HILOS DE PLATA L2R

Bordó el colibrí un nido
con hilos de plata,
enredó luces para un día
que brotaron como flores
entre las ramas.

Hilos de plata fueron
sus manos pequeñas
su voz de mansa quebrada
para endulzar la vida
de quien la viera.

Un manto de seda
asoma en el bosque,
enfría la piel, y arropa las hojas,
la nieve es el tiempo
que nada perdona,
y vuelve blanca la cumbre
como las esperanzas.

Al abrigo tuyo,
todo era más limpio
oraciones van y vienen
como el humo de la leña encendida,
y las cenizas, que parecen sabias
nos recuerdan que todo se acaba
que todo marcha,
más la belleza de un hilo de seda
temblando en una corona de niña,
seguro se queda.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 14/14


Foto: HILOS DE PLATA
Publicado por Raquel el 14 de Junio de 2014 a las 6:50pm

Bordó el colibrí un nido
con hilos de plata,
enredó luces para un día
que brotaron como flores
entre las ramas.

Hilos de plata fueron
sus manos pequeñas
su voz de mansa quebrada
para endulzar la vida
de quien la viera.

Un manto de seda
asoma en el bosque,
enfría la piel, y arropa las hojas,
la nieve es el tiempo
que nada perdona,
y vuelve blanca la cumbre
como las esperanzas.

Al abrigo tuyo,
todo era más limpio
oraciones van y vienen
como el humo de la leña encendida,
y las cenizas, que parecen sabias
nos recuerdan que todo se acaba
que todo marcha, 
más la belleza de un hilo de seda
temblando en una corona de niña,
seguro se queda.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 14/14

Foto: HILOS DE PLATA
Publicado por Raquel el 14 de Junio de 2014 a las 6:50pm

Tatyana Deriy

Bordó el colibrí un nido
con hilos de plata,
enredó luces para un día
que brotaron como flores
entre las ramas.

Hilos de plata fueron
sus manos pequeñas
su voz de mansa quebrada
para endulzar la vida
de quien la viera.

Un manto de seda
asoma en el bosque,
enfría la piel, y arropa las hojas,
la nieve es el tiempo
que nada perdona,
y vuelve blanca la cumbre
como las esperanzas.

Al abrigo tuyo,
todo era más limpio
oraciones van y vienen
como el humo de la leña encendida,
y las cenizas, que parecen sabias
nos recuerdan que todo se acaba
que todo marcha, 
más la belleza de un hilo de seda
temblando en una corona de niña,
seguro se queda.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 14/14

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