MI ALAZÁN
Se ha ido mi alazán...,
corre por valles blancos y azules,
ya no ríe por aquí, sus cuentos se borraron
como se borraron de sus ojos los míos.
Polvaredas rojas en el ocaso
amarillos encendidos, oro puro
más su negro mirar mi noche preferida
guarda mis estrellas más queridas.
Mi alazán se cansó de todo,
dolido del mundo dejó de cantar
su garganta era un mutis en una orquesta
que de a poco su vida vino a robar.
¿Me recuerdas mi dulce alazán?
Aquí estás ahora,
¿te pintarías los ojos de noche?
¿te acompañarías de luna hoy?
Si lo haces, nos veremos en un rato
cuando el sol antojado de ocasos dance
y quieras verme un rato por ahí
asomada en mi ventana,
con el rostro levantado hacia las nubes
que presurosas van, con su divina carga.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 24/14
Se ha ido mi alazán...,
corre por valles blancos y azules,
ya no ríe por aquí, sus cuentos se borraron
como se borraron de sus ojos los míos.
Polvaredas rojas en el ocaso
amarillos encendidos, oro puro
más su negro mirar mi noche preferida
guarda mis estrellas más queridas.
Mi alazán se cansó de todo,
dolido del mundo dejó de cantar
su garganta era un mutis en una orquesta
que de a poco su vida vino a robar.
¿Me recuerdas mi dulce alazán?
Aquí estás ahora,
¿te pintarías los ojos de noche?
¿te acompañarías de luna hoy?
Si lo haces, nos veremos en un rato
cuando el sol antojado de ocasos dance
y quieras verme un rato por ahí
asomada en mi ventana,
con el rostro levantado hacia las nubes
que presurosas van, con su divina carga.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 24/14
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