EN OTRA OCASIÓN
Adivinando que el silencio es la voz de Dios,
grito desde mi blanca pared,
que también es del amor
y palpita en el universo.
Es en el poema y la música
desde montañas y verdes praderas
en donde habita el alma del ruiseñor
Pensando que tal vez, amor mío,
puede ser en otra ocasión,
cuando azucenas cambien de traje
y adivinemos en el bosque
la grandeza de un trino
y la magia de un cantor.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 16/14
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