lunes, 14 de abril de 2014

NO SE META EN MI VIDA

NO SE META EN MI VIDA

14 de abril de 2014 a la(s) 11:15
Es tan fuerte cuando un hijo te dice esto. Pero realmente quien vino a meterse en nuestra  vida fueron ellos. Ese día hasta lo recuerdo, tenía blanca la mirada, entre sábanas húmedas gemía, casi que lloraba de emoción, y al poco tiempo, ¿y  ésta vaina?, ¿de dónde salió éste barrigón?, me di cuenta que alguien se había metido dentro de mi propia vida, y no fui precisamente yo,  sino un hijo, y un sentimiento único transformó mi pequeña cintura en un tambor, y mis senos como naranjas duras en enormes tetas, con una aureola casi que de oscura rosa.

Un hilo nos unió, y la sangre de mis venas fue tuya, se convirtió por aquélla magia de mi Jefe en tibias aguas blancas que llegaron a tu boca con sabor a miel.

Tus pequeños labios prendidos de mi vida, tus manos aferradas de esos globos gigantes como una pequeña sanguijuela hermosa, de manos rosa  y ojos tan azules y tan negros, que mi corazón de águila se transformó en paloma, y mi cuerpo de gacela en el de una señora.

Te has metido en mi vida realmente, ¿cómo podría yo meterme en la tuya?, éste milagro de vida sólo viene de Dios, y no hay queja, no hay dolor cuando las pronuncias, porque el dolor partió en un instante al verte por primera vez asomar por mi vientre, porque otras fuerzas me dejaron,  y no me pudiste besar donde todos los hijos hemos besado a nuestras madres al nacer.

No me vuelvas a decir eso, porque eres tú quien se metió en mi vida, y a pesar de que cortaron ese hilo que nos unió como uno solo en mi vientre, mi cascada está en tu mirada,  y en tu negro cabello de potranca  salvaje, de caballo chúcaro, que veo ir y venir entre éste bosque  de cemento ansiando una libertad que siempre fue tuya y mía.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 14/14


Los hijos  se metieron en nuestra vida... ¿quién los enviaría?, no lo sé, 
pero se  colaron como las mariposas entre la luz de un bello día 
y se quedaron pegados de mi lámpara por siempre.
Los hijos se metieron en nuestra vida... ¿quién los enviaría?, no lo sé, pero se colaron como las mariposas entre la luz de un bello día, y se quedaron pegados de mi lámpara por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario