jueves, 3 de abril de 2014

LADRILLO

LADRILLO/A Lidia Pereda

2 de abril de 2014 a la(s) 10:54
Ladrillo amigo, hoy me antojé en hablar contigo,

una respuesta me darás cuando vaya al mar,

y las olas, besen con pasión cada uno de tus hijos.



¿Sabes algo?,

a veces paso por mucho más que tristeza,

cuando ni siquiera uno como tú,

adorna la casa de un caminante,

de tantos que veo pasar por ahí,

sin techo ni cobijo.



Eres el rojo fuego que ha quemado tu vida,

me doy cuenta de lo fuerte que eres,

pues has sido probado, como el oro del alfarero

en hornos rojo fuego.



Ladrillo amigo:

hoy tengo la sensación de que muchos de tus hijos,

regresarán a la playa,

caerán muchos, y otros se levantarán uno a uno;

eres el inicio de algo,

un sino nuevo en los corazones de todos,

en donde al plantarte, se quiso cambiar la realidad,

y te hemos herido, como a tu montaña madre,

cuando  hemos robado a pedazos su piel tan amada.



Piso tu carne  y no te duele,

los mulos te llevan a cuestas

las espadas rompen sus pieles doradas y negras,

pero ellos siguen, los he visto verse a los ojos,

aun cuando están tapados,

y han llorado perlas claras,

que al mar han llenado.



Ladrillo amigo:

hoy escucho milongas para recordar que eres como yo,

que yo soy como tú, un grano,

nada más un grano de arena en el desierto.



Eres miles de nosotros,

queriendo fundar un jardín,

o alcanzar una estrella.



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, abril 2/14



Y se elevó airoso, grano a grano hasta donde el hombre quiso, pero un suspiro de mi amor, lo regresó a su playa, nuevamente.
Imagen: Internet

Y se elevó airoso, 
grano a grano 
hasta donde el hombre quiso, 
pero un suspiro de mi amor, 
lo regresó a su playa, nuevamente.

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