LA VOZ DEL GORRIÓN L1R
Aquí estoy…
Me gustaría saber qué tal vez me volteas a ver
que detallas el ocre de mis plumas
los destellos invisibles a tu razón
para que descubras quien soy yo.
Que ante el dorado trigo me vislumbras
que detendrás tus pasos
para que pueda cruzar,
y que plantarás un nuevo árbol.
¡Tanto desearía que escucharas mi voz!
tan simple y mágica como la tuya,
mi vida cabe en un estuche en miniatura
y trino feliz en tu ventana.
Parezco un pedazo de vida tan inútil
pero es la misma vida tuya, tú mismo aliento
tan frágil y pequeña que no existirá en un segundo,
tan valiosa cuando la amamos
tan dura cuando la destruimos.
Tanto deseo que vieras lo que mis ojos
que detallaras mi pequeño nido
donde las perlas de mi amor revientan y escucho sus voces,
como un milagro ante tus ojos y los míos.
Temo contemplarte, me das miedo…
Temo huir porque sé que preparas tu honda,
temo cantar porque sé que me avistarás,
temo desaparecer para siempre,
y no ser parte de esto.
Me gustaría que me escucharas,
que veas conmigo el sol de cada amanecer
que adviertas volar a mis pichones;
que te enternezcas,
cuando me veas enseñándolos a volar
y que aprendas un poco de mí…
Vamos los dos…,
descansa de tus afanes y carreras
¿hacia dónde vas?
¿no es acaso tu fin el mismo mío?,
yo no sé a dónde iré… no lo tengo claro…
pero soy feliz estando aquí.
¡Detente!… oye a tu corazón que palpita igual que el mío
déjame danzar bajo la lluvia transparente,
tomar una gota de rocío de tu ventana abierta;
déjame trinar contigo, para agradecer a Dios por la vida
con mis alegrías que son suyas.
Verás amigo mío… que un poco más tarde
nos maravillaremos cuando el sol quiera marchar
y advirtamos en la oscuridad de la noche,
una novia vestida de traje blanco
viendo a sus estrellas brillar.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 10/13
Publicado por RAQUEL en 13:45
Imagen: Liz
Me gustaría saber qué tal vez me volteas a ver
que detallas el ocre de mis plumas
los destellos invisibles a tu razón
para que descubras quien soy yo.
Que ante el dorado trigo me vislumbras
que detendrás tus pasos
para que pueda cruzar,
y que plantarás un nuevo árbol.
¡Tanto desearía que escucharas mi voz!
tan simple y mágica como la tuya,
mi vida cabe en un estuche en miniatura
y trino feliz en tu ventana.
Parezco un pedazo de vida tan inútil
pero es la misma vida tuya, tú mismo aliento
tan frágil y pequeña que no existirá en un segundo,
tan valiosa cuando la amamos
tan dura cuando la destruimos.
Tanto deseo que vieras lo que mis ojos
que detallaras mi pequeño nido
donde las perlas de mi amor revientan y escucho sus voces,
como un milagro ante tus ojos y los míos.
Temo contemplarte, me das miedo…
Temo huir porque sé que preparas tu honda,
temo cantar porque sé que me avistarás,
temo desaparecer para siempre,
y no ser parte de esto.
Me gustaría que me escucharas,
que veas conmigo el sol de cada amanecer
que adviertas volar a mis pichones;
que te enternezcas,
cuando me veas enseñándolos a volar
y que aprendas un poco de mí…
Vamos los dos…,
descansa de tus afanes y carreras
¿hacia dónde vas?
¿no es acaso tu fin el mismo mío?,
yo no sé a dónde iré… no lo tengo claro…
pero soy feliz estando aquí.
¡Detente!… oye a tu corazón que palpita igual que el mío
déjame danzar bajo la lluvia transparente,
tomar una gota de rocío de tu ventana abierta;
déjame trinar contigo, para agradecer a Dios por la vida
con mis alegrías que son suyas.
Verás amigo mío… que un poco más tarde
nos maravillaremos cuando el sol quiera marchar
y advirtamos en la oscuridad de la noche,
una novia vestida de traje blanco
viendo a sus estrellas brillar.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 10/13
Publicado por RAQUEL en 13:45
Imagen: Liz
Ahora necesito de ti, para sobrevivir,
antes, Dios proveía todo,
espero tocar tu corazón,
para que no destruyas su obra
y me dejes trinar un rato más.
¿Te gustaría que tus nietos me conocieran?...
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