MONÓLOGOS DE MARZO
A veces me gusta hablar sola, porque es la manera que tengo de sentirme acompañada, imaginando que amo y puedo ser amada…
Escucho de nuevo a Cortázar, lo estaba cambiando un momento por otros sonidos, que mi adorable brisa me trae.
Estamos en carnavales, pero sólo siento una gran melancolía, faltan mis amores, y no sé hacia donde correr, mientras todos salen a danzar, a vacaciones con sus amantes, yo descubro mi pared amada en blanco, con quien suelo pasar horas, días y segundos valiosos.
No hay ruido todavía, 5.19 am, pero un desvelo tras otro me traen aquí, para sentirme bien pensando en un amor, con quien me gustaría viajar, conocer un poco ese exterior , pero no aquí…sino donde solo haya sábanas blancas, y caigan copos de algodón desde lo alto.
Sería bonito estar aterida temblando en su pecho y sentir el abrigo de un amor verdadero. Mi madre decía que el único amor cierto era Dios… es verdad, pero somos de carne y hueso, y mientras tanto, me gustaría que apareciera, en cualquier instante, no como un pervertido que entra a decir porquerías, sino alguien que escriba poesía como yo, que pueda moldear la piel de una mujer con el fuego de la vida, y las pasiones del corazón.
Me gusta hablar sola… muchos dirán: esa vieja tiene un amante… es seguro… pero mi amante me hace despertar temprano, para que lo vea salir despojado de mentira, y sus rayos luminosos son ese motivo del día a día.
¿Estoy triste hoy?... parece… pero no…tengo a mi madre y a mi muchachito aquí sobre la mesa, siempre con esas miradas que no sé si son tristes o felices, y sus media sonrisa, sus abrazos, su número 49 en la camisa, que resultó ser el mismo de la pequeña parcela que guarda su corazón…
¿Por qué razón recurre la nostalgia?... Hoy es domingo… un día para alabar a Dios, para bendecir la suerte de estar vivos un rato más, pero los amigos se van, se alejan como las golondrinas en invierno, con la certeza de que no todas, regresarán.
Retorna lluvia de mis ojos…hoy me verán sonreír un poco más…será el mejor día de todos, un café caliente, el ardor por vivir, la pasión por caminar en círculo, y descubrir que tengo mucho para dar, pero alguien me dijo: quédate ahí, tu sillón blanco, tu mesa sencilla y tu computador, te darán la felicidad que se estrellará contigo durante el resto de tu vida.
Y creo que sí… tiene razón la brisa en su motivo… porque hoy me llegan olores silvestres, trinos de gorrión comiendo migajas y veo pasar al chico que recoge latas en el carnaval… no tiene más afán que vivir, trabajar y soñar… ¿será que ese chico tiene sueños?...siempre lo veo pasar con el sucio de otros, como buey de carga, llevando sobre sus hombros el vicio y el vacío de otros, parece mi muchacho… pero no…es el hijo de la mala suerte, es el bebé que se quedó atrapado en el asfalto, sin sueños ni alas para volar.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 2/14
Vendedor... En cualquier camino de Colombia.RRB.
Quien no tiene fortuna no es porque sea pobre, sino porque está para una tarea de más altura.
Escucho de nuevo a Cortázar, lo estaba cambiando un momento por otros sonidos, que mi adorable brisa me trae.
Estamos en carnavales, pero sólo siento una gran melancolía, faltan mis amores, y no sé hacia donde correr, mientras todos salen a danzar, a vacaciones con sus amantes, yo descubro mi pared amada en blanco, con quien suelo pasar horas, días y segundos valiosos.
No hay ruido todavía, 5.19 am, pero un desvelo tras otro me traen aquí, para sentirme bien pensando en un amor, con quien me gustaría viajar, conocer un poco ese exterior , pero no aquí…sino donde solo haya sábanas blancas, y caigan copos de algodón desde lo alto.
Sería bonito estar aterida temblando en su pecho y sentir el abrigo de un amor verdadero. Mi madre decía que el único amor cierto era Dios… es verdad, pero somos de carne y hueso, y mientras tanto, me gustaría que apareciera, en cualquier instante, no como un pervertido que entra a decir porquerías, sino alguien que escriba poesía como yo, que pueda moldear la piel de una mujer con el fuego de la vida, y las pasiones del corazón.
Me gusta hablar sola… muchos dirán: esa vieja tiene un amante… es seguro… pero mi amante me hace despertar temprano, para que lo vea salir despojado de mentira, y sus rayos luminosos son ese motivo del día a día.
¿Estoy triste hoy?... parece… pero no…tengo a mi madre y a mi muchachito aquí sobre la mesa, siempre con esas miradas que no sé si son tristes o felices, y sus media sonrisa, sus abrazos, su número 49 en la camisa, que resultó ser el mismo de la pequeña parcela que guarda su corazón…
¿Por qué razón recurre la nostalgia?... Hoy es domingo… un día para alabar a Dios, para bendecir la suerte de estar vivos un rato más, pero los amigos se van, se alejan como las golondrinas en invierno, con la certeza de que no todas, regresarán.
Retorna lluvia de mis ojos…hoy me verán sonreír un poco más…será el mejor día de todos, un café caliente, el ardor por vivir, la pasión por caminar en círculo, y descubrir que tengo mucho para dar, pero alguien me dijo: quédate ahí, tu sillón blanco, tu mesa sencilla y tu computador, te darán la felicidad que se estrellará contigo durante el resto de tu vida.
Y creo que sí… tiene razón la brisa en su motivo… porque hoy me llegan olores silvestres, trinos de gorrión comiendo migajas y veo pasar al chico que recoge latas en el carnaval… no tiene más afán que vivir, trabajar y soñar… ¿será que ese chico tiene sueños?...siempre lo veo pasar con el sucio de otros, como buey de carga, llevando sobre sus hombros el vicio y el vacío de otros, parece mi muchacho… pero no…es el hijo de la mala suerte, es el bebé que se quedó atrapado en el asfalto, sin sueños ni alas para volar.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 2/14
Vendedor... En cualquier camino de Colombia.RRB.
Quien no tiene fortuna no es porque sea pobre, sino porque está para una tarea de más altura.
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