MAR/Karen
Él es mi amante…
Su voz me llama cada instante,
lleva la ternura de todos
incansable, ardiente, sumiso…
Tiene la mar, azul mirada…
Tan de cielo entre laureles no pedidos
busca con afán la orilla de mi cuerpo,
me toca sin desdén, me acaricia sin recelo.
Anhelar en días inciertos su camino,
desvanecerme es un sueño repetido.
Caracolas, ¿pueden escuchar ahora?
Mansa me dejaré llevar cualquier día.
¡No habrá roca que me duela, ni espina como espada!
No habrá carne que se vuelva púrpura ante los besos del sol
y seremos tú y yo, mar azul,
índigo perfecto, amantes bajo la lluvia.
Carne de tu carne,
gota de rocío entre la sal del mundo,
uno solo al fin contigo,
dulce cantar suspirando entre mi cabello
cerrados los ojos hambrienta de ti
con tus olas rozando mis pezones,
tan buen amante que me invita a vivir,
aunque parezca morir silenciosa y pálida,
como las ardientes playas que te aguardan
para que calmes sus ardores.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 30/14
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