sábado, 1 de marzo de 2014

LA VOZ QUE TRAE EL VIENTO/A mi abuelo Gerónimo

LA VOZ QUE TRAE EL VIENTO…/A mi abuelo Gerónimo

1 de Marzo de 2014 a la(s) 22:04
LA VOZ QUE TRAE EL VIENTO…

Ellos nos trajeron un Dios, y nosotros ya lo teníamos... nos cambiaron el alma por un espejo, donde sólo veíamos las espinas de los peces que nos dejaron... teníamos espadas para cazar nuestro alimento, pedíamos permiso al Dios Sol por un bisonte, o un venado... pero ellos nos mostraron sus chaquetas con muchos adornos, y nos ilusionaron... nos enseñaron a matar a los hombres... y nuestra desgracia, fue haber visto a sus ojos...

Una voz me susurra al oído, que cambiaron su lengua por dialecto, y era su idioma, tan rico y puro, que quisimos dejarlos al margen, aún en éste momento, cuando el vicio de la ambición, nos tiene más muertos que vivos.

Han destruido la obra del Dios Sol, y él está muy enojado…nuestra madre llora lágrimas de sangre, y sus venas  de a poco se han secado…

¡Escuchen los tambores!… ellos quedaron como nuestras almas, rondando por ahí,  cerca de las rocas, en donde había mansos arroyuelos…

¿Y  ahora?...vagamos y danzamos a la lluvia de amor que falta en sus corazones, porque está más reseco que el desierto.

Matan por dinero, por mujeres, por sexo… tienen veneno en el corazón, peor que las cobras, y más dañino que los alacranes  negros, más ellos  lo usan porque el Dios de ellos, les regaló una defensa para que sobrevivieran.

Mis hermanitos menores… ¿qué hacen?... volteen el rostro  al Sol, pronto… ¿qué le están dejando a vuestros  nietos?...

Se escuchan los sonidos de las caracolas todavía…
Si prestas oído a las voces de la brisa…ahí estamos todos nosotros, a donde alguna vez llegarán todos ustedes, y llorarán por lo que no hicieron, desperdiciaron su tiempo por aquí, y nunca regresarán al paraíso.

Serán recuerdos de dolor y vergüenza, para los que vienen… lo sé… escríbelo Flor de Loto… diles que sus corazones son de roca, pero el Sol los ablandará con días de hambre y sequía, y ahí se doblarán mis pobres hermanos pequeños, pidiendo perdón… pero será demasiado tarde… porque el perdón también se quedó vagando entre los humedales secos y los bosques, en donde ya no trotan los caballos en libertad,  y los ángeles  del bosque viven prisioneros, como sus propias almas, mientras de a poco desaparecen… quedando sus llantos escondidos en cajas de plástico diminutas, en donde caben todas las almas que no pudieron ser, para ser mostradas a las mentes nuevas, que bajarán entre la brisa, y se ocultarán en vientres de mujer, de semillas nuevas, con mentalidades simples como la de las palomas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 1/14
Gerónimo... una historia de dolor que debemos conocer.
Gerónimo... una historia de dolor que debemos conocer.



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