BOSQUES DE NIEVE
A veces nos sentimos derrotados…caminamos en círculo,
Nada tiene color, ni llega el contento por ningún rincón.
Mi ahora es un aguacero abundante,
Con luces de colores que fulguran…
Mi reflejo del ayer me hace sonreír
Pero cuando lo veo en el instante
Un rostro iluminado con tanto brillo en los ojos,
Pregunto: Espejito…
¿Esa niña sonriendo que me observa, soy yo?
La respuesta llega como río violento
Que desemboca ruidoso en mi lago de verde color.
Ha de ser que la lluvia todo lo renueva…
Llega febrero, el mejor mes de todos los meses.
Sin febrero no sé qué sería de mí…
Quien inventó éste mes ha de vivir detallando todo
Viendo las hormigas laborar y bendecir la tierra,
Segura estoy que una obra de amor construye
El inventor de éste amado mes, y ya no corro en círculo…
Parezco gacela joven entre un bosque de pinos olorosos
Y el mundo no lo veo al revés.
Ya no me importan los ruidos ajenos, ni los gritos…
Los insultos resbalan, como las gotas de rocío por mis pómulos
Pero sólo bendicen y limpian, para que todo brille, y se vea más claro el día.
Los grillos arman orquestas, ¡suenan tan bonito!…
El vecino arma su bulla con cajones negros
Pero ahí no hay muertos, vibra la vida con sonidos mágicos
Donde el amor, es la bendición que vuelve verde la vida
Y el bosque reseco del ayer, se llena de todas las flores
Que se juntan en éste bendito mes, para perfumar el alma.
Se llamarán flores de febrero…
No hay orquídea que se le parezca
Ni botón de rosa, ni flor del campo…
Sólo ojos, manos que se tocan, miradas y sonrisas.
¡Tan bonita y dulce sonrisa!… se parece a ti…
Y sigo soñando sin palidecer, viviendo éste momento
Sin pensar que se esfumará con las brisas adversas
Como instante de la marcha imposible de evitar,
Pero un aroma quedará escrito entre las letras de febrero.
Tengo un motivo de ojos negros que son mi sonrisa nueva
La que alegra éstos segundos que creí inalcanzables
Para agradecer el arco iris al revés en mi rostro.
Cauce suave como beso primero
Buscando voy el camino a tu corazón,
Y me entretengo un rato
Moldeando la imaginada arcilla de tu cuerpo
Esperando una estación en tu boca.
¡Quédate por siempre!…
Un laberinto a la tristeza se conserva
Aunque trato, aunque lucho…
Pero el desamor dañó todo, la confianza perdida
El respeto ausente en mis largos desvelos.
Manos que no tocan, corazón que no ama,
Y se queda entre las mariposas danzarinas
Del ruidoso bosque de cemento.
¿He pecado?... ¡bendito pecado eres para mí!
Donde la sombra de un querer perdido ya no importa
Es tan solo amor el bien buscado.
Camino blanco, tesoros entre lunas blancas de algodón
Aquí las aves se buscan y la tibieza se queda.
¿Serás algún día mi consuelo?...
No lo sé, pero acepto el segundo
El instante de tus ojos de fuego que penetran mi piel
Y se quedan de día y de noche
Como una dulce musa,
Suave como la brisa que aparta el dolor
Para llenar de púrpuras el instante,
Y el pecho suena a tambor, reclamando lluvias.
Cierra los ojos a éste segundo
Duermo los míos para buscarte
La noche es propicia para los amantes…
Enciende el fuego de tu cuerpo sobre mí
Seré leña seca cuando entre tu bosque de nieve,
Lleguen fuertes brisas que junten tu ardor
Con mis cenizas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero12/14
Nada tiene color, ni llega el contento por ningún rincón.
Mi ahora es un aguacero abundante,
Con luces de colores que fulguran…
Mi reflejo del ayer me hace sonreír
Pero cuando lo veo en el instante
Un rostro iluminado con tanto brillo en los ojos,
Pregunto: Espejito…
¿Esa niña sonriendo que me observa, soy yo?
La respuesta llega como río violento
Que desemboca ruidoso en mi lago de verde color.
Ha de ser que la lluvia todo lo renueva…
Llega febrero, el mejor mes de todos los meses.
Sin febrero no sé qué sería de mí…
Quien inventó éste mes ha de vivir detallando todo
Viendo las hormigas laborar y bendecir la tierra,
Segura estoy que una obra de amor construye
El inventor de éste amado mes, y ya no corro en círculo…
Parezco gacela joven entre un bosque de pinos olorosos
Y el mundo no lo veo al revés.
Ya no me importan los ruidos ajenos, ni los gritos…
Los insultos resbalan, como las gotas de rocío por mis pómulos
Pero sólo bendicen y limpian, para que todo brille, y se vea más claro el día.
Los grillos arman orquestas, ¡suenan tan bonito!…
El vecino arma su bulla con cajones negros
Pero ahí no hay muertos, vibra la vida con sonidos mágicos
Donde el amor, es la bendición que vuelve verde la vida
Y el bosque reseco del ayer, se llena de todas las flores
Que se juntan en éste bendito mes, para perfumar el alma.
Se llamarán flores de febrero…
No hay orquídea que se le parezca
Ni botón de rosa, ni flor del campo…
Sólo ojos, manos que se tocan, miradas y sonrisas.
¡Tan bonita y dulce sonrisa!… se parece a ti…
Y sigo soñando sin palidecer, viviendo éste momento
Sin pensar que se esfumará con las brisas adversas
Como instante de la marcha imposible de evitar,
Pero un aroma quedará escrito entre las letras de febrero.
Tengo un motivo de ojos negros que son mi sonrisa nueva
La que alegra éstos segundos que creí inalcanzables
Para agradecer el arco iris al revés en mi rostro.
Cauce suave como beso primero
Buscando voy el camino a tu corazón,
Y me entretengo un rato
Moldeando la imaginada arcilla de tu cuerpo
Esperando una estación en tu boca.
¡Quédate por siempre!…
Un laberinto a la tristeza se conserva
Aunque trato, aunque lucho…
Pero el desamor dañó todo, la confianza perdida
El respeto ausente en mis largos desvelos.
Manos que no tocan, corazón que no ama,
Y se queda entre las mariposas danzarinas
Del ruidoso bosque de cemento.
¿He pecado?... ¡bendito pecado eres para mí!
Donde la sombra de un querer perdido ya no importa
Es tan solo amor el bien buscado.
Camino blanco, tesoros entre lunas blancas de algodón
Aquí las aves se buscan y la tibieza se queda.
¿Serás algún día mi consuelo?...
No lo sé, pero acepto el segundo
El instante de tus ojos de fuego que penetran mi piel
Y se quedan de día y de noche
Como una dulce musa,
Suave como la brisa que aparta el dolor
Para llenar de púrpuras el instante,
Y el pecho suena a tambor, reclamando lluvias.
Cierra los ojos a éste segundo
Duermo los míos para buscarte
La noche es propicia para los amantes…
Enciende el fuego de tu cuerpo sobre mí
Seré leña seca cuando entre tu bosque de nieve,
Lleguen fuertes brisas que junten tu ardor
Con mis cenizas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero12/14
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