miércoles, 26 de febrero de 2014

A TU OÍDO/A un amigo

A TU OÍDO/A un amigo

25 de febrero de 2014 a la(s) 10:50
Mientras corro para terminar mi trabajo de hoy, que no se queme nada, vigilante estoy… y presto atención al ruido de afuera, gritos, cantares, poesía, dolor, el mirlo que retornó y lo acabo de escuchar, muchos trinos diferentes que creí perdidos…

¿Qué haces avecilla tan herida y sin amor?... Bendito Dios que te acercó a mi ventana, para escuchar tu voz, qué genio eres, como trinas de hermoso, y regalas la obra de tu alma para que todos conozcan de tu interior…

Cuántas veces pasamos quejándonos de nuestros males, sin prestar oído a otros… creemos que somos los más sufridos, los que más penas tenemos… pero hoy mi oído me trajo sonidos, brisas que ayer me dolían, sensación de ahogo en el corazón que ante la lluvia de sus ojos dejó claro todo ese dolor guardado. 

Cuántas veces no permitimos un desnudo en una página, cuando el artista quiere plasmar su obra, y censuramos todo… pero sí aceptamos imágenes llenas de dolor y sangre, tan reales, que el día se daña, y la melancolía recurre como un demonio sobre nuestros ojos…

¡Saca de tu interior todo lo que tengas!… escribe, lee, bendice tu suerte y la mía, porque estamos aquí prestando oído a los ruidos externos… presta atención a ese sonido interior tuyo y deja tus palabras por ahí, ¿estás seguro de que no escribes bien?... todos podemos exteriorizar, contar, o no contar es cuestión personal, pero contando se pasa el tiempo, y aliviamos esa inmensa carga que tenemos dentro…

Mucho he sanado escribiendo, mucho, escuchando a otros… benditos todos los que prestan su oído, y los que tocan a tu puerta…que el Dios vivo en cada corazón nos despierte… imágenes horrorosas, son igual a un puñal clavado, pero tenemos la opción de pasar y leer poesía, escribir nuestros propios pensamientos, y darnos cuenta que hay muchas personas prestando oído a tu dolor, y que puedes expresar y salir,  desocupar tu alma, para que pueda elevarse a ese infinito azul, en cualquier instante, sin llevarse nada que estorbe en el camino.

¡Bendito mirlo que has trinado hoy en mi ventana!, nada dolerá, para Dios no hay imposibles, la oración de rodillas, la esperanza y el consuelo de muchos días llenos de luz y bondad, han tocado tu alma buena y mi ventana estará ahí abierta para escuchar y ser escuchada. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 25/14 


No te afanes si el dolor toca a tu puerta... todo pasará en un instante, cuando una invisible mano toque tu piel y vuelvas a sonreír y cantar sobre el alero de mi ventana.
No te afanes si el dolor toca a tu puerta... todo pasará en un instante, cuando una invisible mano toque tu piel y vuelvas a sonreír y cantar sobre el alero de mi ventana.

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