martes, 7 de enero de 2014

UNA RATA EN MI CASA

Una rata en mi casa... el orín peligroso, la mirada asustada, me dañó varias cosas, pero no quería envenenarla, sucede algo muy raro, es que todo es extraño si nos ponemos a revisar bien.

Ésta rata, con hambre por ahí, buscó mi casa para esconderse, pues todos las detestamos, les tenemos pavor, y bien, no quise comprar veneno para ella, sólo le dije: 

A donde estés rata, no quiero echar veneno por ahí, prefiero que te vayas, a verte morir...

Para nada es agradable matar a un inocente. ¿Qué pensarán quienes asesinan a diario a un ser humano?...

Lo cierto... es que la rata desapareció, así como llegó...

Me siento feliz por las dos, y lo que dañó, ya eran cosas viejas, me dejó sólo un mensaje:

No por rata me odies, porque así como yo muera, también morirás, simplemente me voy, para darte la oportunidad de que hables por mí.

También me duele la vida, me asusta el hombre y suelo correr, me escondo entre su inmundicia, pero me suelen ver...


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 7/14

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