miércoles, 13 de febrero de 2013

AMOR [54]





AMOR [54]


¿Qué sientes después de todo?
¿Mis palabras no te llevan  cierta tibieza?
¿Allá, donde las alondras del camino te han dejado miserias,
no te has dado cuenta de algo más?


Mariposas pequeñas  aletean en mi vientre;
siento extraña sensación que tiene sabor a humedad,
labios que muerden una fruta prohibida
pues todas las deseadas ya no están. 


Tal vez no haya nada más que palabras huecas;
pero mi sentir es dulce, soy una niña descalza,
aquí sobre mi piel han pasado todos los inviernos,
miles de veranos, sin sentir la caricia de unas manos,
y la rosa se enciende ante tu mirada,
es púrpura mi corazón,

y mis venas parecen estallar en tu presencia.


¿Ves qué bello amaneció el día?,
Parece que el hastío no atraviesa mi existencia
ni las horas son tan largas si estoy contigo,
y al cerrar los ojos, tomo tu piel dentro de la mía,
me convierto en una entre tus labios
escondida mi alma en la tuya.



¿Acaso no sientes lo que yo?
Me gustaría una historia verdadera,
un nido de cristal y espuma desaparece,
pues henchida de ardor,

busco la pálida pared
y no te veo.


¿Tan aprisa vas?,
las amas a todas y con todas te entretienes
mientras busco en un espacio olvidado por Cupido,
ese amor que se nutra conmigo de una caricia
y un ardiente beso cerrando mis ojos.


Veo que te marchas
tan veloz cómo has llegado.

Una mariposa de colores ha salido de mi vientre
y ha penetrado tu ventana,
pero sigo viendo hacia tu lago, 
a la isla de mis sueños,


empapada en primaveras
y abrazada de tu cuello.


Mi norte tal vez lo descubra mañana,
pero mi hoy  marcha veloz, es un rayo luminoso
quiero la mirada tuya en la mía,
que descubras mi sonrojo y mi pena,
al decirte que eres una bella fantasía.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 13/13

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