Campanas rojas. Jardìn Botànico-Colombia. Liz N. Àlvarez R./13
CAMPANAS ROJAS [81]
En
mi huerto, las campanas tienen olor a vida,
al
rojo sangre que corre por las venas.
Presuroso
baja por la cuesta
para
finalmente,
llegar
al oasis donde reposan las penas.
Por
aquí los colibríes se emborrachan con su néctar,
veloces
circundan los ramajes
para
que las esmeraldas resuciten,
y
los ocres guarden en su oscuridad,
pequeños
nidos.
¡Permite
que tu mirada se detenga un rato!…
Es
apacible escuchar el ruido, la bulla de un cantor,
un
escándalo de tambores y chillidos de cigarras
que
mueren felices,
quedando
un traje de seda vacío
como
un cofre,
donde
alguna vez habitó una perla.
Mi
huerto se extiende hasta donde mis ojos alcanzan,
no
hay fronteras, van de rama en rama,
por
un hilo invisible que mueve la luz que anima el alma,
y
ellas, no tañen por la muerte,
¡sino
que callan por la vida!
Dobla
un poco las rodillas,
¡admira cómo brillan en el piso!,
su
color se torna dorado con el sol,
y
poco a poco,
desnudas
las veremos cualquier tarde
mostrando
a todos,
que
donde habitó su traje pasajero,
miles
de semillas brotan
para
regalar sueños a otros
que
como yo, se extasían,
ante la magia de su existencia.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 7/13
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