MI
PINTOR [47]
Me quedo con las obras de mi pintor favorito, la que llena lágrimas de sal con
su misterioso encanto, y las convierte en azul mar.
En cada gota cabe el mundo, son ese riego eterno inigualable, que baña montañas
y llena ríos, se oculta en nuestra piel para brotar de entre los poros,
aliviando el calor y deseando un toque de sus manos.
Me quedo con el lago que dibujó su mano invisible, y lo llenó de todos los
colores vivos que van y vienen dentro del tiempo...
Mi pintor amado se entretiene jugando con niños caminantes, les coloca pecas en
su rostro, los convierte en rojos encendidos, como si del fuego de sus ojos
sólo brotaran lirios y diamantes.
¿Qué más deseo?...
¿Puedo acaso tener el privilegio de no morir?
¿Acaso las joyas que le robé a la madre tierra me pertenecen?
Desnudo mi piel de trajes prestados, me baño en la cascada, abro mis alas de
pájaro herido, me convierto en niña feliz entre sus aguas claras.
Dejo que la corriente dibuje círculos vivos, lágrimas parpadean sobre las
hojas, y abro mi pico para enredarme en el tuyo, mientras la corriente pasa...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 17/13
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