PASEANDO
POR LA FINCA [148]
Estaba
ahí, embelesado viendo a su princesa
las
quería todas, ¡tenía tanto para dar!,
entre
sus plumas de colores brillantes
y
ese corazón suyo, que sólo sabía palpitar.
Un
cariño para ti, otro para ella...
Una
flor para mascar,
es
un grillo que acaba de saltar...
Apresurado,
como
quien un tesoro encuentra,
se
pasea con sus alas abiertas,
y
entona su cantar.
¡Qué
bonito escucharlo de madrugada!,
es
como la primera oración del día
de
aquél que nació para agradecer,
y
sobre las ramas se pasea
invitándolas
a buscar un nido,
porque
inicia a llover.
El
campo se llena de polluelos,
cantaremos
todos que la vida es bella,
enseñaré
a mis hijos a descubrir bocados
a
entregar besos y caricias,
mientras
acampamos un rato
viendo
las gotas caer.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
Noviembre 1/13
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