HOJAS
DE ORO/A Edita Martinuzzi [4]
Caen
las doradas hojas de tu árbol,
son
niñas con traje de oro,
así
tu vida, dama preciosa,
en
tu jardín es un tesoro.
Y
caen las que aún están verdes
con
sus matices de esmeralda fina.
Pequeñas
heridas vuelven duras
las
más livianas sombras de la vida.
Pero
caen… ¡cual si fueran ángeles!
Cumplieron
la meta de estar arriba.
Ahí
se mira el sol de frente,
se
cobija al pasajero en el camino
y
se ocultan los amores en las fuentes.
Aprisa
vamos, se destiñe la vida,
pero
las hojas secas nos recuerdan
que
mañana, al llover besos del cielo,
retornarán
aceitunadas niñas.
El
árbol es un espejo misterioso,
ahí
quedarán todos los anhelos
tallados
entre sus mansas ramas,
al
brotar de sus tallos los renuevos.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 29/13
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