DIME
GAVIOTA [11]
Puedes
contarme gaviota
cuál
es la extensión del mar?
¿Podría
decirte un secreto?
¡Confiesa
que a nadie lo dirás!
Las
arenas movedizas de la vida
donde
cada día decantas tus tristezas,
son
la sal que alegra los días
entre
almidonados sones de olas.
Dime
gaviota: ¿conoces del mar su profundidad?
Ese
aleteo tuyo al sol brillar, ¿es un suspirar?
Vas
y vienes y contigo me entretengo,
¿puedes
robar perlas, para poderlas juntar?
¡Anda!,
si quieres robar al mar sus delicias,
tráeme
una, pero que sea azul,
el
traje de Dios
me
han dicho, es de éste color.
Quiero
ser una niña por siempre,
antes
que muera el sol.
Dime
gaviota: ¿es liviano tu andar?
Parece
que nada hiere tus alas
si
te veo volar.
Y
a lo lejos,
en
ese camino tuyo me encuentro,
a
veces cansada de todo y todos,
y
en un espejo de gotas pálidas
la
vida sin sal, parece nada.
Dime:
¿la has visto a ella?
Ha
de pasar buscando caracoles
para
enviar mensajes en clave a sus hijos...
¿Si
la encuentras, le llevarás un recado?
Acércate...
es un secreto que envío entre las olas,
si
al suspirar de tus alas, la más alta te acaricia,
¿le
dirás que la espero aquí sentada
viendo
pasar las nubes,
correteando pajaritos de colores
que
se alejan, más y más…?
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 30/13
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