A
MIS AMORES [54]
Le
escribiría un poema a tus ojos, mi amor,
a
las mariposas amarillas que abren sus alas,
a la
mágica lluvia de luz de un nuevo día.
Pequeñas
flores blancas,
mis
dulces amores:
¿están
en el jardín soñado?,
o
se repiten aquí,
con
cada lágrima de mis ojos,
para
llenar el mar de sales,
y
el corazón de sueños.
A
lo lejos escucho el cantar del bosque
entre
encendidas flores y mágicos destellos de colores,
a
donde viaja el colibrí sediento de amores,
y
una flor se dispersa al viento,
como
mis pensamientos.
Lluvia
tempranera de mis ojos
que
el trigal bendito riega,
y
las flores blancas de corazón dorado viran al cielo,
en
búsqueda de trajes azules que bajan,
y
se enredan en un tranquilo lago.
Amor
mío, mi niño de ojos tierra;
mi
niña dulce, reposada en una banca de madera:
ahora
tu sinsonte trina más hermoso
porque
Dios se antojó que contigo estuviera.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 19/13
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