viernes, 25 de octubre de 2013

PARA EL SERBIO [31]

PARA EL SERBIO [31]

Yo aquí,
pensando en la montaña de tu vientre,
acomplejada
de éste inmenso ardor
que me acompaña,
inmersa en el azul de tus brillantes ojos.

Creí subir y bajar por tus cuestas...
Ser la depravada en tus montañas
y llegar a la cúspide contigo.

Me atuve al perfume
que extraviaba mis sentidos,
a ese olor tuyo de hombre de sexo embebido
cuando para mí ni las sobras...

Y yo aquí...
Viendo hacia no sé dónde,
tan creída de la vida
imaginaba ser tu amante esposa,
tan ilusionada en el amor,
pero pasó el tiempo
y la púrpura rosa se deshojó,
en éste largo invierno.

Más nada temo...
Levanté el rostro de nuevo.
Ceñí un poco mi cintura
y coloqué rubor a mi pálido rostro.

Mis labios se tornaron de rosas intensos,
mis ojos recuperaron el brillo agotado,
y me lancé,
con el ardor que me quedaba,
a componer versos
y a ser amante del viento.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 23/13



No hay comentarios:

Publicar un comentario